E8HI6DuLa última vez que María vio a Rodrigo, su esposo, fue a través de una videollamada. Él solo tenía permitido decir: “Estoy bien. Trabajo para ellos”. No más. A sus hijos, Mateo y Ramiro, tampoco los ha visto en persona desde hace más de un año. Los tres fueron secuestrados por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y son víctimas de reclutamiento forzado. Ahora son sicarios del CJNG.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuTras el hallazgo de restos humanos en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, donde el CJNG tenía un campo de adiestramiento, María compartió su historia con grupos de personas buscadoras para saber si alguien tiene información de sus familiares.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuLuego de publicar las imágenes, María platicó con El Financiero para contar cómo es que el CJNG secuestró y reclutó a su esposo y dos hijos de manera forzada. Los nombres fueron cambiados para proteger la identidad de las personas involucradas; sin embargo, El Financiero tiene en su poder fotos, videos y las fichas de búsqueda emitidas en 2024.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuFiscalía de Michoacán no quiso tomar mi reporte: ‘Los han de traer trabajando en el cerro’E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuHace más de un año, en febrero de 2024, Rodrigo, Mateo y Ramiro regresaron a casa después de trabajar como albañiles en una construcción en Zamora, Michoacán. Minutos después, un grupo de hombres tocó el portón de la vivienda. Dijeron que eran de la Fiscalía.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuAnte los gritos, Rodrigo abrió la puerta y se encontró con 7 hombres armados. “Mi esposo ingenuamente les permitió entrar. Dos de los hombres lo golpearon, mientras que otros tres tiraron a mis dos hijos al suelo. A mi y a mis dos hijas nos arrinconaron. Nos exigían que les diéramos la droga, el dinero o las armas que hubiera en la casa”, recuerda María, quien niega haber tenido armas en su domicilio.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuIntegrantes del CJNG pidieron a María el pago de rescate para liberar a su esposo e hijos pero no cumplieron con el acuerdo. (Especial / El Financiero)E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuEn medio de la agresión, el hombre que estaba a cargo de la operación hablaba por teléfono. “La persona del otro lado de la línea le ordenó que nos descuartizara si no entregábamos todo”, escuchó María.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuLos sujetos esculcaron toda la casa pero no encontraron nada y se llevaron a los tres hombres. “Como pensé que eran de la Fiscalía de Michoacán fui tras ellos. Les dije que no podían llevarse a menores de edad. Ellos se voltearon, nos apuntaron con sus armas y respondieron que si querían, me los regresaban en pedacitos”.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuEsa noche, los secuestradores se pusieron en contacto con María. “Los primeros mensajes eran amenazas. Advertían que si íbamos a la Fiscalía iban a regresar por nosotros y nos iban a llevar con ellos”.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuUn día después de que el grupo armado se llevó a su esposo y dos hijos, María acudió a la Fiscalía de Michoacán en Zamora; sin embargo, “no quisieron tomar mi reporte”.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6Du“En la Fiscalía no hicieron nada, nada más nos dijeron: ‘Ahí los van a traer trabajando en el cerro’”.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuDespués de acudir con las autoridades, María recibió nuevos mensajes. “Exigían el pago de 30 mil pesos. Ingenuamente, la familia de mi esposo y yo entregamos el dinero. Nos dijeron que los iban a entregar en la Fiscalía de El Pochote, lo cual no sucedió”, asegura. E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuEl CJNG ‘me envió pruebas de vida’ de mi esposo y de mis hijosE8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuTres meses después del secuestro y luego del pago de 30 mil pesos, integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación se pusieron en contacto con María. Esta vez exigían el pago de 300 mil pesos para dejarlos en libertad.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6Du“Nos enviaron pruebas de vida para que depositáramos. Les entregamos el dinero y todo. Dijeron que nos iban a entregar a los tres en la plaza de Jacona, pero esperamos por horas y nadie llegó”, dice.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuDescubrí en Facebook que mis hijos son ‘sicarios’ del CJNGE8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuLas exigencias del pago de un rescate eran continuas; sin embargo, María y su familia no dieron más y buscaron apoyo de las autoridades, que también le pidieron dinero. “La Fiscalía nos pedía lana para el rastreo del número de teléfono. No hicieron más”, asegura.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuEn medio de la desesperación, María buscó en redes sociales. Durante una de sus búsquedas en Facebook, encontró una fotografía en la que aparecía su hijo y se puso en contacto con la usuaria que publicó la imagen.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuAutoridades de la Fiscalía de Michoacán indicaron a María que el CJNG tendría a sus familiares "trabajando en el cerro". (Especial / El Financiero)E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6Du“Una mujer compartió fotos donde se ve que los traen trabajando. Le mandé mensajes, pero solo me respondió que no puede decir nada y que mis hijos ya no tienen familia, porque su familia ahora es el cártel”, declaró.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuAdemás, Sarah, la mujer que compartió la foto, le confirmó que Mateo y Ramiro trabajan como sicarios para el CJNG.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuTras más de un año del secuestro, María solo ha encontrado fotos de sus hijos. “Lamentablemente, de mi esposo no sabemos nada. No tenemos evidencia de que esté vivo. Solo me mandaron una imagen el 20 de mayo, cuando entregamos el dinero, Me permitieron hacer una videollamada de cinco minutos con él, pero solo decía ‘estoy bien’ y ‘trabajo para ellos’”, señaló.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuEl caso de María toma más relevancia en el marco de lo ocurrido en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán. El colectivo de Guerreros Buscadores de Jalisco compartió imágenes de prendas, calzado, huesos calcinados, casquillos y cartas de despedida que fueron halladas al interior del lugar, que presuntamente era utilizado por el CJNG para reclutar y entrenar a jóvenes. Las primeras investigaciones indican que en ese sitio de Jalisco también se asesinó a cientos de personas.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuA más de un año del secuestro y reclutamiento de su esposo y sus dos hijos, María y su familia se fueron de Zamora ante el temor de sufrir represalias del Cártel Jalisco Nueva Generación, aunque mantiene la búsqueda de sus familiares. “Aún tengo la esperanza de que el gobierno detenga al cártel o que mis hijos puedan salir de eso”.E8HI6Du Omnia.com.mx
E8HI6DuCon información de El FinancieroE8HI6Du Omnia.com.mx
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