El 14 de marzo del 2020 se declaró estado de alarma a nivel mundial por la pandemia de Covid-19, en México no fue hasta el 20 del mismo mes que se hizo el llamado a el confinamiento que dejó la ciudad con poca actividad por algunos meses.
Este mes de marzo se cunmplen 5 años del inicio de uno de los más grandes retos en el mundo, como conmemoración de la fecha de inicio, Omnia se dio a la tarea de entrevistarse con empresarios y transeúntes chihuahuenses para que compartan sus vivencias durante el tiempo de encierro y como salieron adelante.
Un punto muy importante son los boleros que se encuentran en el primer cuadro de la ciudad, uno de ellos compartió a Omnia que tuvieron que cerrar totalmente sus lugares de trabajo y que el municipio les apoyó con quinientos pesos semanales, pero no le alcanzaba por lo que comenzó a buscar otros trabajos para poder llevar dinero a su hogar, “trabajaba en lo que cayera, limpiaba o lo que sea” dijo, afortunadamente ya se encuentran trabajando normalmente e inclusive mencionó que tiene buen flujo de clientes.
No a todos les fue de la misma manera pues una de las entrevistadas se dijo afortunada ya que no se contagió en ningún momento, solo un hermano de ella tuvo COVID pero sus hijos lo apoyaron, en lo económico la mujer dijo ser pensionada y además pedía la pensión para adultos mayores de Morena por lo que de manera constante recibía dinero.
Un sujeto que se dedica a vender jugos y alimentos en un carrito explicó que no los dejaron trabajar por las medidas sanitarias, por lo que duró encerrado alrededor de 20 días y después comenzó a vender cubrebocas en las calles del centro para poder sacar para comer pues es a lo único que se dedica, afortunadamente no perdió su trabajo y sigue vendiendo sus productos durante las mañanas.
Por otro lado un joven expuso que durante la pandemia era estudiante de universidad, por lo que comenzó a tomar clases virtuales, por otro lado su abuelo enfermó de COVID-19 y su padre tuvo que encargarse del negocio familiar desde ese momento mientras su madre y su hermana cuidaban de su abuelo, agregó que meses antes de que comenzara el encierro, crearon un negocio de burritos y tortas en la colonia Santa Rosa y a pesar de que al inicio les comenzó a ir bien por las entregas a domicilio después de un año y medio cerraron por la falta de consumidores y no pudieron volver a abrir el negocio.
Algunos empresarios optaron por utilizar algunas herramientas como las redes sociales para poder sobrevivir, uno de ellos platicó que al no poder abrir su local y tener gastos lo que se hizo fue utilizar facebook para comenzar a ofertar sus productos que tienen que ver con el skateboarding, afortunadamente está práctica renació por el encierro y comenzó a tener clientes por lo que tomaban pedidos, armaban las tablas en el local cerrado y entregaban en puntos públicos y abiertos para seguir generando ingresos, a pesar de esto si le impactó en lo económico pero poco a poco se recuperaron y siguen en el mercado.
Finalmente una chica indicó que en lo personal no tuvo Covid-19 pero si comenzó a tener problemas respiratorios que aún conserva pero en una cantidad menor, al ser estudiante en ese tiempo vivió la experiencia de tener clases virtuales y de trabajar de modo remoto, por otro lado expuso que un familiar falleció durante pandemia y no se pudo llevar a cabo el velorio de la manera habitual pues por el aforo hubo muy pocas personas, indicó que también tuvo que tomar terapia pues el cambio de rutina desató un cuadro de ansiedad que no le había ocurrido, a pesar de esto hoy en día se le dió de alta y sigue con una vida normal.
Como estas hay miles de historias que demuestran que al no estar preparados para una pandemia de esta magnitud todos se vieron afectados de distintas maneras, algunos en lo emocional, otros en lo económico y la mayoría en la variante de la salud, afortunadamente a cinco años del inicio del encierro poco a poco han salido adelante.