Expertos del sector financiero explican que el nuevo paquete de sanciones "radicales" contra Rusia, anunciado la semana pasada por EE.UU., podría "tener un impacto significativo" en la exportación y el flujo de petróleo y combustibles a nivel mundial.
Las medidas, que representan el paquete de sanciones más restrictivo contra el mercado naviero ruso desde 2022, incluyen sanciones a 183 buques, de los cuales 143 son petroleros, algunos oficialmente de propiedad rusa y otros pertenecientes a la llamada flota en la sombra.
Warren Patterson, jefe del departamento de estrategias de materias primas del grupo financiero neerlandés ING, afirma que estas nuevas sanciones "tienen el potencial de borrar el superávit que se esperaba para el mercado del petróleo este año", teniendo en cuenta la subida en los precios del crudo tras el anuncio de las medidas.
En este sentido, Patterson explica que la flota rusa en la sombra transporta más del 80 % de las exportaciones marítimas de petróleo ruso. De acuerdo con las estimaciones, el tamaño de dicha flota podría llegar a los 600 buques, lo que sugiere que alrededor del 25 % de los petroleros han sido sancionados. "Esto podría poner en peligro unos 700.000 barriles diarios de crudo ruso".
Sin embargo, Patterson prevé que los volúmenes reales de perdida serán menores, ya que "algunos compradores podrán optar por ignorar las sanciones, mientras que Rusia podrá depender en mayor medida de los petroleros de la flota en la sombra que no han sido sancionados para poder continuar el comercio", lo que implicaría que Moscú deberá aumentar el tamaño de su flota.
Aunque por ahora las previsiones sobre el impacto de las sanciones está siendo alcista para el mercado petrolero, Patterson recuerda que, tras la prohibición impuesta por la Unión Europea a las importaciones rusas de crudo y productos derivados, "Rusia consiguió redirigir los flujos comerciales, lo que supuso un escaso impacto en los volúmenes de exportación rusa".
"Es probable que Moscú pueda volver a tomar medidas para minimizar el impacto de estas nuevas sanciones", señala.
Expertos del proveedor de datos en materia de energía y transporte marítimo Kpler calculan que las nuevas sanciones podrían reducir la oferta de crudo en aproximadamente 150.000 barriles diarios a partir de finales de marzo. A pesar de esto, "se espera que las exportaciones sigan resistiendo, ya que Moscú le da prioridad al envío de crudo frente a las exportaciones de otros productos".
En este sentido, los expertos de Kpler consideran que los productores rusos se centraran en conseguir buques cisterna no sancionados para hacer frente al déficit de transporte, mantener los flujos de petróleo y minimizar los impactos en la producción. Muchos de estos buques serán nuevos en este comercio, lo que reducirá la oferta en el mercado de fletes no sancionados.
En consecuencia, los costes de flete subirán, aumentando los diferenciales de precios del crudo ruso en China y la India —principales compradores de Rusia—, llegando a alcanzar la paridad con otros crudos no sancionados de calidad similar. Así, las refinerías chinas e indias se verán obligadas a recurrir a otros proveedores en Oriente Medio y África Occidental hasta que se encuentren alternativas de transporte, lo que elevará la demanda de buques no sancionados y aumentará las tarifas de los buques en todas las regiones.
La insuficiencia de embarcaciones capaces de transportar petróleo ruso hará que disminuyan los índices de producción, al menos a corto plazo. Y como efecto inmediato, el consumo de crudo deberá reducirse en las próximas semanas a alrededor de 5,2 millones de barriles diarios por el resto del primer semestre, lo que supone un descenso de 300.000 barriles diarios, prevén los expertos.
Con información de Actualidad.rt