Donald Trump, de 78 años, comienza este 20 de enero su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, ocho años después del primer periodo.
El republicano regresará a la Casa Blanca tras derrotar a su rival demócrata Kamala Harris.
Ni los procesamientos penales, uno de los cuales le valió una condena histórica, ni las polémicas sobre sus comentarios racistas o sexistas ni las amenazas contra la prensa y sus opositores han impedido su regreso a la Casa Blanca.
Trump será uno de los presidentes con mayor poder en la historia de Estados Unidos y con contrapesos limitados ya que los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes, que estaba en manos de los demócratas.
Durante su campaña, prometió una “era dorada” para EU, hacer al país “grandioso nuevamente” y llevarlo a “nuevas cimas de gloria”.
Trump nació en junio de 1946 en Queens, Nueva York. Es un empresario y político estadounidense conocido por su carrera en el sector inmobiliario.
De acuerdo con información de la Casa Blanca, es el cuarto de cinco hijos de Mary Anne MacLeod y Frederick Christ Trump, un exitoso desarrollador inmobiliario.
Sus padres lo enviaron cuando tenía 13 años a estudiar a la Academia Militar de Nueva York en Cornwall-on-Hudson, una escuela que prometía “enderezar” a los jóvenes rebeldes.
Después de graduarse, comenzó sus estudios universitarios en la Universidad Fordham del Bronx, pero se trasladó a la Escuela Wharton de Negocios en la Universidad de Pensilvania dos años después, donde se graduó de la licenciatura en Ciencias Económicas.
Al terminar la universidad, el ahora presidente electo entró a trabajar a la empresa inmobiliaria de su padre, Fred Trump, y en 1971, con 25 años, tomó el control de la firma y bajo la “Organización Trump” desarrollo varios proyectos como hoteles, complejos turísticos, edificios residenciales y comerciales, casinos y campos de golf.
Como empresario alcanzó un alto perfil en bienes raíces, entretenimiento y medios de comunicación antes de incursionar en la política.
Ha declarado que su imperio fue construido por él mismo y que lo más que recibió de su padre fue un préstamo que pagó con intereses. Sin embargo, un informe de The New York Times en septiembre de 2019 reveló que heredó alrededor de 413 millones de dólares (valorados en ese año).
Antes de llegar al terreno político, el multimillonario solía aparecer en tabloides, programas de televisión, y formaba parte del mundo del entretenimiento y las celebridades.
Comenzó a hacerse relativamente conocido por sus intervenciones en medios de comunicación y como propietario de varios concursos de belleza, entre ellos, Miss Universo, pero alcanzó la fama como presentador del reality show The Apprentice (“El aprendiz”), en el que participó entre 2004 y 2015.
Aunque la mayor de su vida ha sido militante del Partido Republicano, hubo una época (entre 2001 y 2009) en que estuvo inscrito como miembro del Partido Demócrata en Nueva York.
En 2005, se casó con Melania Knauss, con quien tiene un hijo, Barron. Además, tiene cuatro hijos adultos de matrimonios anteriores: Donald Jr., Ivanka y Eric (con Ivana Trump) y Tiffany (con Marla Maples).
En 2015 anunció que sería candidato a presidente desde la Trump Tower y durante su lanzamiento de campaña hizo comentarios ofensivos contra los migrantes mexicanos.
En 2016 llegó a la presidencia sin experiencia política previa y sin haber ocupado antes una posición gubernamental. En esa administración puso énfasis en el aumento de los presupuestos militares, el control migratorio y la reforma de la justicia penal, por mencionar algunas.
Donald Trump fue condenado el pasado 10 de enero por el caso de la exactriz de cine porno Stormy Daniels en una sentencia simbólica aunque histórica que no implica cárcel ni multa, pero que convierte al presidente electo en el primer delincuente convicto en llegar a la Casa Blanca.
El republicano fue declarado culpable por un jurado popular de 34 cargos de falsificación contable para esconder el pago de 130 mil dólares en la recta final de las elecciones de 2016 a la exactriz, con la que habría mantenido una fugaz relación extramatrimonial diez años antes, haciéndolo pasar como gastos legales.
Sin embargo, aunque mantiene su culpabilidad, no implica condena a cárcel, multa o libertad condicional.
En cuanto a los otros dos procesos federales que hay contra él, el horizonte judicial de Trump parece ahora completamente despejado, al menos durante los cuatro años de su nuevo mandato.
A finales de octubre, el candidato republicano aseguró que, de ser elegido, iba a “despedir” al fiscal especial encargado de estos dos casos, Jack Smith, nombrado por el fiscal general de la actual administración demócrata, Merrick Garland.
“Le despediré en dos segundos”, dijo en una entrevista en respuesta a la pregunta de si se indultaría a sí mismo o haría despedir al fiscal especial.
El fiscal especial investiga los supuestos intentos de Trump de anular los resultados de las elecciones de 2020 y la retención de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca, por ello, enfrentó siete cargos que iban desde obstrucción de la justicia, destrucción o falsificación de registros, conspiración y declaraciones falsas hasta violación de la Ley de Espionaje.
También enfrenta investigaciones judiciales que incluyen acusaciones de fraude, especialmente relacionadas con su negocio inmobiliario.
Al menos 15 mujeres han presentado demandas contra Trump por denuncias de acoso y abuso sexual. En mayo de 2023, un tribunal de Manhattan lo encontró “responsable” de abusar sexualmente de la periodista E. Jean Carroll, en 1996.
Otras de sus polémicas las ha encabezado con empresas de redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram, quienes suspendieron sus cuentas por considerar que incitaba a la violencia.
Trump prometió que desde el primer día al frente de EU habrá deportaciones masivas de migrantes en situación irregular, aranceles, indultos a sus partidarios condenados por el asalto al Capitolio y medidas contra las personas transgénero.
El millonario ha prometido resolver la guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio, aunque no dijo cómo.
Escéptico del cambio climático, se comprometió a cerrar de nuevo la puerta al Acuerdo de París y a perforar petróleo “a raudales”.
Asimismo, antes de Navidad declaró que controlar Groenlandia era una “necesidad absoluta” para la “seguridad nacional y la libertad en el mundo”.
El republicano no descartó usar la fuerza para tomar la isla, lo que provocó estupor tanto en el territorio como en Dinamarca y otros países de la Unión Europea.
A nivel comercial, prevé imponer aranceles a Canadá y México para “traer de vuelta” y priorizar a las empresas de su país.
Declaró que México es todo un desafió, en particular por el tema migratorio y por el negocio a los cárteles” de la droga. Prometió continuar el muro en la frontera sur con México y llevar a cabo la deportación más grande de la historia, e incluso dijo que está dispuesto a usar al Ejército para detener y deportar a los millones de migrantes sin documentos.
E incluso, recientemente planteó cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América, tras declarar que México es un lugar muy peligroso que está “esencialmente dirigido por los cárteles”, a quienes pretende declarar como “organizaciones terroristas”.
También mantiene en pie el plan de lanzar ataques contra los laboratorios de los cárteles del narcotráfico en territorio mexicano, con o sin el apoyo de México.
En entrevista para la revista TIME, quien lo nombró persona del año 2024, Trump fue cuestionado sobre la legalidad de utilizar al Ejército para labores de migración, a lo que respondió que la ley “no detendrá a los militares si se trata de una invasión de nuestro país”.
Para la organización Human Rights Watch, el regreso de Donald Trump, el presidente de más edad en prestar juramento, amenaza con generar “graves violaciones de los derechos humanos”.
Con información de Animal Político.