Contrario a las advertencias de organismos defensores de derechos humanos y a los acuerdos internacionales suscritos por México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que encabeza Rosario Piedra Ibarra respaldó la ampliación del catálogo de delitos merecedores de encarcelamiento automático en México.
La CNDH justificó la aplicación de la prisión preventiva oficiosa como una necesidad para el combate a la inseguridad en el país, que calificó como el mayor reto, y pidió que se considere el contexto de violencia que vive México.
“Uno de los obstáculos para una estrategia de construcción de paz es el sistema de justicia, por eso es imperioso frenar las graves omisiones en materia judicial, reflejo de la colusión de muchos juzgadores con grupos delincuenciales o intereses económicos o políticos”, señaló el organismo en un comunicado.
Según la CNDH, “la reforma considera el respeto a los derechos humanos de una manera preponderante”. Pero llamó a ministerios e integrantes de fiscalías a usar con ética el poder que se les ha otorgado para aplicar esta medida cautelar.
El organismo defendió la estrategia de seguridad del gobierno federal y acusó que distintos actores utilizan el discurso a favor de los derechos humanos para descalificar las acciones contra la inseguridad.
La CNDH, sin embargo, aseguró que velará por la correcta aplicación de la medida y que atenderá las quejas y denuncias que se presenten por acciones en el combate a la inseguridad.
Durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, con Rosario Piedra al frente de la CNDH, el organismo emitió menos del 1 % de recomendaciones respecto al número de quejas presentadas contra la Guardia Nacional en tareas de seguridad pública.
La respuesta de la CNDH ocurre a menos de dos meses del inicio de la segunda gestión de Rosario Piedra como titular del organismo, tras un proceso de elección ríspido en el Congreso, donde la coalición mayoritaria fue acusada de imponer a la funcionaria con tal de mantener a una titular cercana al gobierno federal.
Desde 2018, ante las intenciones de ampliar el número de delitos merecedores de encarcelamiento automático en México, la oficina en México del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llamó a la eliminación de la prisión preventiva oficiosa, debido a que vulnera los derechos humanos.
Ante representantes del Congreso mexicano, la ONU manifestó su preocupación debido a que la prisión preventiva oficiosa es violatoria de los tratados internacionales sobre derechos humanos de los cuales el Estado mexicano es parte.
El pasado 1 de enero, tras la entrada en vigor de la reforma constitucional aprobada en noviembre de 2024 en materia de prisión preventiva oficiosa, la representación en México de ONU-Derechos Humanos reiteró sus advertencias y señaló que en los hechos representa una detención arbitraria.
Entre las razones que ha destacado el organismo están que la prisión preventiva oficiosa viola los derechos a la presunción de inocencia y a la libertad personal, además de que vulnera la independencia judicial. ONU-Derechos Humanos ha advertido que la ampliación del catálogo de delitos merecedores de su aplicación acentuaría esa transgresión ya que, además, afecta el funcionamiento de los sistemas de justicia penal y de seguridad pública.
El 31 de diciembre, el Poder Ejecutivo que encabeza Claudia Sheinbaum publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma constitucional que amplía el catálogo de delitos que ameritan prisión automática, de acuerdo con el segundo párrafo del artículo 19.
La reciente reforma incorporó el uso de facturas falsas, la extorsión y la comisión de un delito relacionado con el fentanilo como merecedores de la prisión preventiva oficiosa.
Esta medida se ha utilizado desde hace tres lustros en México, impulsada por gobiernos del panista Felipe Calderón y de los morenistas Andrés Manuel López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum. La primera reforma para aplicar este recurso ocurrió con Calderón en 2008 y aumentó la lista al final de su administración. El listado creció al inicio del sexenio de López Obrador.
Con la nueva reforma, el Ministerio Público puede solicitar al juez la aplicación de la prisión preventiva cuando considere que otras medidas sean insuficientes para garantizar que la persona imputada comparezca en un juicio, o que se garantice la protección de víctimas o testigos. También aplicaría cuando la persona imputada esté siendo procesada o haya sido sentenciada antes por la comisión de un delito doloso.
Con información de Animal Político.