El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, abandonó este martes el hospital para pedir a los socios de su coalición que se alineen y respalden el presupuesto para 2025, después de que representantes de línea dura amenazaron con retirar su apoyo al proyecto de ley.
Netanyahu, quien se recupera de una operación de próstata, acudió a la Knesset (Legislativo) contra la recomendación de sus médicos para garantizar la aprobación de la legislación destinada a aumentar los ingresos del Estado, después de que el ministro de Seguridad Pública, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, y los partidos ultraortodoxos dijeron que podrían votar en contra o abstenerse.
El proyecto de ley, un paquete de austeridad bélica de alzas de impuestos y recortes de gastos, se aprobó por un estrecho margen, pero la oposición fue otra señal de las grietas cada vez mayores en la coalición de Netanyahu.
En una votación inicial a principios de este mes, los legisladores israelíes aprobaron por un estrecho margen el proyecto de presupuesto a pesar de la rebelión de los socios de coalición que exigían que se despidiera al fiscal general de Israel.
Ben Gvir ha exigido más fondos para la policía israelí que supervisa su oficina, y los partidos ultraortodoxos han expresado oposición a la legislación que obligaría a algunos miembros de sus comunidades a alistarse en el Ejército.
El presupuesto pasa ahora a comisiones de la Knesset, donde podría sufrir modificaciones, aunque no se espera que se apruebe en su totalidad hasta enero. De no aprobarse antes del 31 de marzo, se convocarían nuevas elecciones.
La economía de Israel ha sufrido un duro golpe desde el ataque del 7 de octubre de 2023 de militantes palestinos de Hamás y la consiguiente guerra en Gaza y en otros frentes.
El crecimiento ha sido nulo, pero los problemas de suministro han disparado la inflación y el costo de vida para los israelíes ha aumentado.
Con información: Latinus.com