A un día de que se cumplan 31 años del surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la presidenta Claudia Sheinbaum dijo respetar a ese movimiento insurgente, pero dejó en claro que ella defiende a la Cuarta Transformación.
Desde 2001, el grupo surgido en los altos de Chiapas el 1 de enero de 1994 se distanció de Andrés Manuel López Obrador, cuando era dirigente del PRD. El EZLN acusó a todos los partidos políticos de entonces del incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés para atender las demandas de los indígenas de la región.
Las críticas y reclamos de los zapatistas siguieron hasta el final de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
“Durante muchos años nosotros, desde la universidad, salimos a las calles para defender la paz en Chiapas y ellos tomaron la decisión de ser críticos ante nuestro movimiento, lo cual lo respetamos y no creo que debamos entrar en un debate con ellos. Nos quedamos con el respeto a su movimiento, pero también en la defensa de lo que estamos haciendo en Chiapas y en todo el país”, resaltó.
En su conferencia de prensa, la presidenta resaltó que su administración, al igual que la anterior, tienen como objetivo mejorar las condiciones de vida de la población.
“Lo que buscamos nosotros es el bienestar, la paz y la justicia. Ese es nuestro sustento, esos son nuestros principios, esas son nuestras causas. Siempre lo hemos hecho y ahora más desde la presidencia de la República lo vamos a seguir haciendo”, ofreció.
Los señalamientos y reclamos han ido y venido de un lado y del otro durante mucho tiempo. El capítulo más reciente fue en estos días en que se ha desarrollado el encuentro "Resistencia y rebeldía", en el que el subcomandante Marcos criticó a la Cuarta Transformación.
En ese mismo encuentro, mujeres zapatistas advirtieron que, a pesar de la llegada de la primera presidenta del país, Claudia Sheinbaum, y de sus reformas en favor de los pueblos originarios, su situación sigue sin cambios en la práctica
La comandante zapatista Mari subrayó que la Cuarta Transformación sigue siendo una "falacia" que no ha logrado erradicar los problemas estructurales que enfrentan las mujeres y los pueblos indígenas.
Otro episodio ocurrió a finales de agosto pasado, luego de que Sheinbaum ganó las elecciones. El subcomandante Marcos publicó una carta en la que comparó a López Obrador con los ocho presidentes que lo antecedieron.
“Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez; la demagogia corrupta de José López Portillo; la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid; la perversidad de Carlos Salinas de Gortari; la vocación criminal de Ernesto Zedillo; la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox; el militarismo y mecha corta de Felipe Calderón; y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto... Lo del autoelogio y lo chillón, sí es parte del estilo personal de gobernar”, escribió Marcos.
La respuesta de Andrés Manuel fue calificarlo de “adversario”.
“Él está en su derecho, como todos nuestros adversarios, que no son nuestros enemigos, no voy a polemizar. Es que cada quien tiene que asumir su responsabilidad y hacerse cargo de sus palabras y sus dichos”, señaló.
Con información de Latinus