Establecer propósitos más alcanzables al iniciar el año

 

• Liliana Guzmán Álvarez plantea que al fijarnos metas u objetivos para 2025 debemos llevar a cabo una revaloración de qué acciones nos acercan a construir una vida significativa
• Comencemos con tres objetivos, máximo, para que también puedan ser realistas, sugiere

El Año Nuevo es, quizá, la celebración en la que más personas participan por tratarse del comienzo de un ciclo, de metas, cumplir sueños, pero también para algunas representa la oportunidad de avanzar; o bien, dejar atrás una mala racha. Es un período donde las reflexiones sobre nuestros propósitos, alcanzados o no, se ponen en la balanza.

De acuerdo con la experta en intervención clínica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Liliana Guzmán Álvarez, las emociones de tristeza, alegría, o cualquier otra emoción asociada al cierre de año y al principio de uno, podrían estar influenciadas por algunas relaciones simbólicas que vamos construyendo a lo largo de nuestra historia de vida; es decir, al significado que le damos a estas fechas en función de las experiencias que hemos pasado.

Estos días nos llevan a reflexionar sobre los últimos 12 meses y a proyectar nuestras esperanzas hacia el futuro. Emociones como satisfacción y alegría suelen surgir al alcanzar metas, percibir que avanzamos o al sentirnos conectados con nuestros seres queridos. Por otro lado, pueden emerger sentimientos de tristeza o desesperanza si en el balance identificamos pérdidas personales, dificultades laborales o metas incumplidas, considera la psicóloga universitaria.

Culturalmente, el Año Nuevo se percibe como un momento de revaloración personal: un momento para pensar cómo hemos vivido y qué deseamos para el año que inicia, menciona en ocasión de esta celebración, que se realiza el 31 de diciembre de acuerdo con el calendario gregoriano adoptado por gran parte de los países.

La psicóloga señala que, en esta época, es común compararnos con los logros de los demás o con versiones pasadas de nosotros mismos, lo que puede generar insatisfacción si sentimos que no hemos progresado.

Además, aquello que algunas personas consideran o llaman depresión posaño nuevo, prosigue, no es algo que la generalidad experimentemos durante los primeros días de enero, es importante distinguir entre tristeza ocasional y depresión. La tristeza es una emoción natural y congruente con las experiencias difíciles o pérdidas que enfrentamos, mientras que la depresión es un problema más complejo que afecta nuestro funcionamiento en diversos aspectos de la vida.

Guzmán Álvarez destaca que la depresión requiere atención profesional, ya que puede impedir que una persona realice sus actividades cotidianas o encuentre disfrute en aspectos que antes le resultaban placenteros. En cambio, la tristeza asociada al balance de fin de año o al inicio de un nuevo ciclo suele ser temporal y puede superarse con apoyo emocional, la conexión con seres queridos o trabajando en metas concretas.

Aunque existe la noción del Blue Monday (considerado el día más triste del año, el tercer lunes de enero), en realidad las emociones no funcionan de esta forma, subraya la universitaria.

“No es una regla que todos experimentemos tristeza posterior al Año Nuevo; sin embargo, es común que después de los primeros días de este nuevo ciclo en el calendario, cuando ya pasaron las fiestas, los momentos de mayor conexión con la familia y los amigos, y los gastos que estas festividades representan, podría implicar también nuevas evaluaciones de nuestras vidas o de las cosas que tenemos pendientes; de aquello que quizá en nuestro balance previo no alcanzamos”, apunta Guzmán Álvarez.

Para afrontar este período y comenzar el año con una perspectiva más útil, la experta recomienda establecer metas claras y alcanzables. A partir de ello, en lugar de fijarnos objetivos abstractos debemos elegir propósitos concretos que impliquen acciones específicas o conductas observables. Por ejemplo, tomar un litro de agua al día para ser saludable, comer una ración de verduras en cada comida, etcétera.

La experta sugiere que, al plantearnos metas u objetivos, pensemos sobre aquello que realmente deseamos para construir una vida significativa. Es importante elegir objetivos que nos ayuden a acercarnos a nuestra existencia valiosa y a definir quién queremos ser.

En ocasiones compartir las metas con nuestra red de apoyo nos ayuda a avanzar y evaluar el progreso a lo largo del tiempo y que no se quede para fin de año. Además, para Guzmán Álvarez es “fundamental ser compasivos y amables con nosotros mismos para poder avanzar hacia nuestras metas sin caer en una autocrítica excesiva que obstaculice el progreso hacia nuestra vida significativa”.

Tips al momento

Advertencia oportuna

Vaya que hubo razón, en la advertencia que se hiciera desde el sector empresarial, en el sentido de dar seguimiento al flujo de migrantes en Chihuahua, del que se dijo, se observaba un incremento, en comparación a meses anteriores, en los que disminuyó notablemente.

Al señalar que había un notable aumento en ese flujo de personas en situación de movilidad, desde el empresariado se advirtió sobre la necesidad de que, las autoridades iniciaran con acciones para prevenir algunos incidentes o problemáticas, que pudieran surgir con la presencia de un mayor número de migrantes en la entidad, pues se avizoraban riesgos.

En ese contexto, se tuvo antier, un incendio en el campamento improvisado de migrantes ubicado en la avenida Juan Pablo II y, ayer, el homicidio de un agente del Instituto Nacional de Migración a manos supuestamente de tres de estas personas a quienes se les solicitaron sus documentos en el punto de revisión del Precos, en Samalayuca.

Estos, parecen ser los síntomas iniciales de algo que pudiera crecer, si se considera que un mayor número de migrantes intentará llegar a la frontera de nuestro país con Estados Unidos, antes de la toma de protesta de Donald Trump, el 20 de enero, para evitar las drásticas medidas que se han anunciado de parte de su futuro gabinete.

Así es que, algo tendrán que hacer las autoridades de los tres niveles de gobierno, para evitar que se sigan presentando situaciones problemáticas, a raíz de este fenómeno migratorio. Por lo que se observa, habrá necesidad de ese monitoreo o seguimiento a los migrantes, anunciado desde el sector empresarial, para su atención oportuna a las situaciones que pudieran surgir.

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Advertencia oportuna

Vaya que hubo razón, en la advertencia que se hiciera desde el sector empresarial, en el sentido de dar seguimiento al flujo de migrantes en Chihuahua, del que se dijo, se observaba un incremento, en comparación a meses anteriores, en los que disminuyó notablemente.

Al señalar que había un notable aumento en ese flujo de personas en situación de movilidad, desde el empresariado se advirtió sobre la necesidad de que, las autoridades iniciaran con acciones para prevenir algunos incidentes o problemáticas, que pudieran surgir con la presencia de un mayor número de migrantes en la entidad, pues se avizoraban riesgos.

En ese contexto, se tuvo antier, un incendio en el campamento improvisado de migrantes ubicado en la avenida Juan Pablo II y, ayer, el homicidio de un agente del Instituto Nacional de Migración a manos supuestamente de tres de estas personas a quienes se les solicitaron sus documentos en el punto de revisión del Precos, en Samalayuca.

Estos, parecen ser los síntomas iniciales de algo que pudiera crecer, si se considera que un mayor número de migrantes intentará llegar a la frontera de nuestro país con Estados Unidos, antes de la toma de protesta de Donald Trump, el 20 de enero, para evitar las drásticas medidas que se han anunciado de parte de su futuro gabinete.

Así es que, algo tendrán que hacer las autoridades de los tres niveles de gobierno, para evitar que se sigan presentando situaciones problemáticas, a raíz de este fenómeno migratorio. Por lo que se observa, habrá necesidad de ese monitoreo o seguimiento a los migrantes, anunciado desde el sector empresarial, para su atención oportuna a las situaciones que pudieran surgir.

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