¿Sabías que solo el 5% de nuestra vida es consciente? El 95% restante está dictado por creencias y patrones heredados que operan en nuestro inconsciente. Al comprender esta realidad, sentí cómo mi mente voló al percatarme de su impacto en mi vida cotidiana.
Muchas veces atribuimos nuestras experiencias a la suerte, al karma o a circunstancias externas, sin darnos cuenta de que son reflejos de nuestras propias creencias. Estos "ecos internos" moldean nuestro entorno y nuestras vivencias, funcionando como un punto ciego que guía nuestras decisiones, relaciones y logros.
Resonancia de Nuestro Inconsciente
Todo lo que experimentamos en nuestra vida tiene una conexión directa con lo que albergamos en lo profundo de nuestra mente. Si no somos conscientes de esto, nos encontramos en una lucha constante con nuestro entorno, reforzando aquello que queremos cambiar. Lo que resistimos, persiste; y aquello en lo que nos enfocamos, se expande.
En una sesión del Proceso MMK, una estudiante de 40 años compartió cómo una declaración de su juventud había marcado su vida sin que ella lo supiera: "No me casaré, seré una gran profesional y no tendré hijos; amar es peligroso." Esta creencia, formada por experiencias infantiles, condicionó su realidad durante décadas. Las relaciones sin compromiso y su decisión inconsciente de no formar una familia eran ecos de esa declaración interna.
Cuando esta programación se hizo consciente, el patrón perdió fuerza, permitiéndole elegir desde un lugar de libertad y no desde la programación heredada.
Rompiendo los Contratos Internos
La sensación de sufrimiento por lo que "nos ocurre" es una manifestación del inconsciente colectivo que nos programa a sentirnos víctimas. Operar desde esta perspectiva limita nuestro albedrío, atrapándonos en conductas repetitivas que parecen incontrolables.
Estos "contratos internos" o lealtades invisibles a creencias irracionales nos condicionan y nos apartan de nuestros propios sueños. Pero es crucial recordar que no estamos aquí para cumplir las expectativas de otros, sino para honrar nuestras aspiraciones.
El Camino hacia la Libertad Emocional
El primer paso para transformar nuestra realidad es hacer conscientes esas creencias que operan en la sombra. Al liberar estas ataduras, podemos encauzar nuestro destino hacia una verdadera libertad emocional, eligiendo con claridad y viviendo en plenitud.
El poder de nuestra mente no tiene límites cuando decidimos tomar las riendas de lo que nos impulsa desde adentro. ¿Estás listo para comenzar el viaje hacia tu libertad?
Érika Rosas