Los avisos de Donald Trump y las amenazas desde Canadá de sacar a México del Tratado de Libre Comercio han puesto en riesgo las esperanzas del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de atraer una inversión multimillonaria de empresas internacionales, sobre todo de Asia, vía el nearshoring que presenta la relocalización de grandes industrias que buscan acercarse al mercado estadunidense.
Trump representa la incertidumbre del comercio internacional de México, sus advertencias de cierre de fronteras sino se detienen las olas de migrantes, sino se acaban con los grupos del crimen organizado y la posibilidad de renegociar el acuerdo comercial han generado temores de que no se logre concretar este fenómeno del mercado global llamado nearshoring.
El año pasado, cuando no se tenían la certeza del regreso de Trump por los juicios que se llevaban a cabo en su contra, se proyectaba que el nearshoring sería un “monitor de inversiones”, con la llegada de más de cientos de proyectos con una inversión total calculada en más de 30 mil millones de dólares. El norte del país sería la región más beneficiada.
Hoy esa esperanza a la que se aferraba la presidenta Sheinbaum para lograr un impulso empresarial y económico se tambalea, pues Trump pretende concentrar los beneficios del nearshoring en territorio estadunidense cuando dice que “lo único que se puede quedar en México son los migrantes que (Estados Unidos) no quiera”.
El nearshoring ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años debido a diversos factores. Uno de los principales motivos es la búsqueda de una mayor eficiencia en los procesos productivos. Las empresas buscan reducir costos y mejorar su competitividad trasladando parte de sus operaciones a países vecinos que ofrecen mano de obra calificada a precios más bajos. En este sentido, México representaba un destino atractivo para el nearshoring debido a su proximidad geográfica con Estados Unidos y Canadá, dos de las principales potencias económicas del mundo.
Sin embargo, México no ha logrado consolidar una sólida infraestructura de transporte, tampoco una mano de obra altamente calificada y competitiva. Faltan desarrollar sistemas de transporte, redes de comunicación y la logística que facilitaría la movilidad de bienes y mejoraría la competitividad de las empresas mexicanas.
La Concamin realizó un estudio en el cual observa los beneficios que el nearshoring traería a México con la llegada de las 400 empresas asiáticas en 2024 como el incremento de la inversión extranjera directa.
La confederación proyectaba que la inversión sería de alrededor de 20 mil millones de dólares en México, lo que representará un aumento de 25% respecto del año 2022 con lo cual se impulsaría el crecimiento económico, la generación de divisas y la competitividad del país.
Además se generarían alrededor de dos millones de empleos directos, lo que contribuirá a reducir el desempleo, mejorar los ingresos y elevar el nivel de vida de la población.
Pero todas estas proyecciones se esfumaron y hoy la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos representa la incertidumbre para muchos inversionistas nacionales y extranjeros y la posibilidad de que no se materialice el nearshoring, la apuesta de este gobierno para impulsar el crecimiento económico los próximos años.
Por cierto... el pasado 23 de julio cuando Elon Musk, CEO de Tesla, anunció que suspendería la construcción de una Gigafactory en Nuevo León, debido a la incertidumbre generada por las políticas económicas propuestas por el candidato republicano Donald Trump. La inversión se calculaba entre cinco mil y 10 mil millones de dólares; sin embargo, Musk optó por frenar el proyecto.
Con información de proceso.com.mx