Las reacciones no se hicieron esperar tras las amenazas de Donald Trump, quien prometió que todos los bienes de Canadá y México encararían un arancel del 25%, en represalia por no frenar el flujo del tráfico de droga. Para los productos chinos sería de un 10%, por la ineficiencia de Beijing para detener el tráfico de fentanilo, acusó el líder republicano.
Las advertencias de Trump publicadas en su red social Truth Social, trajeron un efecto negativo en índices de mercado y provocaron la respuesta de sus socios comerciales.
El país que mostró una reacción de mayor tenor fue Canadá. El vecino del norte recordó a través de un comunicado el rol preponderante que tienen sus exportaciones en materia energética y su papel importador de mercancías estadounidenses.
En la misiva conjunta de la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, y el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, ambos recalcaron que Ottawa es “esencial” para el sector energético de EE. UU.
“El año pasado, el 60% de las importaciones estadounidenses de petróleo provinieron de Canadá”, recordaron en el comunicado. Además, subrayaron que Canadá importa más productos estadounidenses que “China, Japón, Francia y Reino Unido Juntos”.
“Canadá concede la prioridad más alta a la seguridad fronteriza y a la integridad de nuestra frontera compartida”, agregó el comunicado, en referencia a las acusaciones de Donald Trump.
No obstante, la prensa local reportó este martes 26 de noviembre, que Trump mantuvo un diálogo con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en buenos términos y que acordaron seguir conversando.
Por su parte, la embajada de China en Washington advirtió que una confrontación en el ámbito comercial no será beneficiosa para ninguna de las partes.
Liu Penhyu, portavoz de la sede diplomática de Beijing en la capital estadounidense, expresó que “nadie ganará una guerra comercial o una guerra arancelaria” e insistió en la necesidad de una cooperación económica que sea mutua y beneficiosa.
Además, después de las críticas de Trump sobre el desempeño chino en el control del fentanilo, el diplomático recordó que las autoridades antinarcóticos de ambas naciones mantienen una comunicación regular desde la Cumbre de San Francisco, el año pasado, cuando se encontraron los presidentes de ambos Estados.
A pesar de que no fueron apuntados por Trump, las palabras del republicano sobre subir los aranceles fue una señal de alerta en el Viejo Continente.
El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, advirtió que las declaraciones del líder republicano deben tomarse seriamente.
Habeck manifestó la necesidad de Berlín y de Europa de ahondar en conversaciones para evitar una posible guerra comercial. Asimismo, enfatizó que deben ser ahora y que la Unión Europa debe mantenerse unida.
“En primer lugar, la UE debe reaccionar unida a esto y no dividirse en dos o tres bloques de países, sino hablar como una Europa unida. En segundo lugar, como bien dijo el señor Russwurm, debemos dejar claro que, en última instancia, todos pierden: Estados Unidos, el espacio económico de Estados Unidos y Europa”, subrayó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, envió este martes una carta a Trump, en la que rechazó sus amenazas de imponer un arancel del 25% a todos los productos de México y Canadá, advirtiendo que esta medida podría desatar una guerra comercial perjudicial para ambas naciones.
"A un arancel, vendrá otro en respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes", señaló Sheinbaum durante su conferencia matutina, donde también destacó la importancia del diálogo y la cooperación para enfrentar desafíos como la migración y el tráfico de drogas.
Ante los problemas migratorios que denuncia Trump, Sheinbaum enfatizó que requieren una colaboración económica y social, no medidas punitivas.
"No es con amenazas ni aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos", expresó la mandataria mexicana.
Sheinbaum subrayó que una medida de este tipo afectaría gravemente a sectores estratégicos en ambos países, mencionando como ejemplo a las automotrices General Motors, Stellantis y Ford Motors, que llevan más de 80 años operando en México.
En tanto, la presidenta reiteró su compromiso con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde 2020, y destacó que la sociedad comercial entre las tres naciones es clave para mantener la competitividad frente a otros bloques económicos. En este sentido, pidió una reunión con el equipo de transición de Trump para buscar soluciones a través del diálogo.
Con información de Proceso.