La primera credencial para votar que tuvimos los mexicanos

A ti ciudadano:

La primera credencial para votar que tuvimos los mexicanos, nació en 1946. Se tramitaba en mesas provistas de máquinas de escribir instaladas en mercados o plazas públicas. Eran de cartón común, cualquier podía tramitar una solo dando su nombre y con relativa facilidad para falsificarse, pero era lo mejor que había. 

Con dicha credencial para votar, la cual solo contaba con una marca de agua para dar seguridad, se buscó poner orden por primera vez a la elección de representantes populares. Esto porque terminada la Revolución Mexicana, y en años posteriores, abundaron las elecciones manchadas de rojo. 

Por ejemplo en 1940, cuando se enfrentaron en las urnas Manuel Ávila Camacho y Juan Abreu Almazán, hubo 30 muertos el día que Ávila ganó la elección presidencial. Para 1946 hubo varias decenas de difuntos más en las elecciones municipales de León. 

Ante la presión de dar certeza a las elecciones y con ello bajar la probabilidad de sangre durante los procesos electorales se emitió la primera credencial electoral, por parte de la Comisión Federal Electoral. 

Hecha en papel de seguridad con el escudo nacional, dicho documento portaba nombre, ocupación del solicitante, lugar de nacimiento, huella digital, domicilio y la información acerca de si el propietario sabía leer y escribir. 

Hay que precisar que entonces no se le conocía como credencial para votar, sino como “credencial permanente de elector”. Fue además el primer documento con el que las mujeres en México adquirieron su derecho al voto, logro alcanzado en 1953.

La primera credencial para votar de los mexicanos dejó de fabricarse en 1976, es decir, durante 30 años fungió como el primer documento creado para tratar de consolidar la democracia en nuestro país. 

De cartón, sin fotografía y fácilmente falsificable, así fue la primera credencial para votar que tuvimos los mexicanos.

Víctor Hugo Estala Banda

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Polémica por reelección de Rosario Piedra en la CNDH

Está buena la polémica que se armó en redes sociales por la reelección de Rosario Piedra Ibarra, al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en una discutida reunión con la oposición y la mirada vigilante del coordinador de los senadores morenistas Adán Augusto López, quien fiscalizó el voto de cada uno de los integrantes del bloque oficialista, incluso, se dijo, que se  mandó llamar a la suplente de Yeidckol Polevnsky, quien esataría fuera del país, para que votara en un procedimiento calificado de indigno y cínico.

Se comenta que, la actitud del exsecretario de Gobernación, fue para evitar que en la propia bancada de Morena, se dieran inconformidades en la votación, por eso exigía mostrar el voto a sus legisladores, lo que dicen, habría sido una instrucción del expresidente Andrés Manuel López Obrador, para poner a Rosario Piedra Ibarra, al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de la que dicen ha dejado mucho que desear.

Por cierto, esta mañana el comentario parco de la presidenta Claudia Sheinbaum, fue que se trató de una decisión del Senado, la que se tomó ayer y hasta está ahí. Así, sin mayores comentarios y evadiendo el tema, incluso, se notó cierta molestia, pues dicen, que no estaba de acuerdo con esa reelección. Así las cosas, con esa imposición, comentan

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