Después de que el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pospuso en diferentes ocasiones la discusión sobre los votos necesarios para invalidar una ley, el debate por fin los alcanzó con el proyecto sobre la reforma al Poder Judicial.
¿Por qué ocurrió esto? La reforma judicial, aprobada por Morena y aliados en el Congreso y por al menos 17 congresos estatales, establece que el número de ministros del Pleno de la Corte debe pasar de 11 a 9.
Con esa nueva composición, el Pleno de la Corte puede declarar constitucional o inconstitucional una reforma con solo seis votos.
Sin embargo, hasta este martes 5 de noviembre, la Suprema Corte sigue funcionando con 11 ministros en el Pleno, por lo que en teoría la mayoría calificada que necesitan sería de ocho.
El problema es la reforma al Poder Judicial no incluyó un transitorio que aclare cómo va a funcionar la votación del Pleno ahora. Por este motivo, los ministros deberán decidir cuál será el número final.
Hasta el momento, la ministra presidenta Norma Piña ya adelantó que votará porque la mayoría calificada se alcance con seis votos.
Más temprano, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia concluyó que los partidos políticos sí están legitimados para presentar acciones de inconstitucionalidad contra la reforma judicial.
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena argumentó que los partidos políticos pueden presentar acciones de inconstitucionalidad relativas a los sistemas electorales de los pueblos y comunidades indígenas, esto es, sistemas electorales en los que no necesariamente participan los partidos políticos.
Cabe destacar que el proyecto del ministro Luis González Alcántara Carrancá que propone anular partes de la reforma al Poder Judicial ‘nació' de quejas interpuestas por PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, partidos de oposición.
La reforma al Poder Judicial ha sido criticada por especialistas y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá que plantearon que las modificaciones pondrían en riesgo la independencia judicial y representaría un golpe al sistema de contrapesos del Ejecutivo en México.
Los críticos de la reforma aseguran que con la elección de los jueces por voto popular los tribunales se llenarán de personas afines a Morena y con poca experiencia, y se abrirá el camino para que políticos y delincuentes puedan influir en las decisiones de los tribunales.
Pero Andrés Manuel López Obrador y la ahora presidenta Claudia Sheinbaum han defendido la reforma asegurando que ayudará a limpiar de corrupción el poder judicial y consolidará una “auténtica democracia” en México al permitir que el pueblo elija a sus servidores públicos.
Con información de El Financiero