Una de las migrantes colombianas que viajaba con el grupo al que elementos de la Guardia Nacional disparó mientras ocurría un supuesto enfrentamiento en Tecate, Baja California, declaró a Zeta que no llevaban armas y no atacaron de manera previa.
“No teníamos armas, no somos delincuentes, nunca se les disparó”, dijo.
De acuerdo con el medio, antes de solicitar apoyo a unidades de emergencia, agentes de la Guardia Nacional recolectaron indicios balísticos resultado del ataque armado realizada por ellos.
“La recolección de los cartuchos percutidos les habría llevado a los agentes algunos minutos debido a que los disparos iniciaron sobre la carretera de cuota y concluyeron varios metros después, lapso en el que las víctimas heridas trataban de auxiliar a quienes presentaban mayor gravedad por los impactos”, dio a conocer una de las víctimas a Zeta.
Las autoridades no encontraron casquillos, balas ni armas que supuestamente se usaron contra las Fuerzas Armadas. En el interior de un vehículo solo se hallaron dos indicios de armas de uso exclusivo del Ejército que fueron detonados por los agentes de la Guardia Nacional.
La versión oficial de la Sedena señala que los elementos fueron agredidos con armas de fuego por un grupo de civiles armados y al repeler la agresión se desató un enfrentamiento dejando dos migrantes colombianos muertos y cuatro heridos.
Los migrantes de nacionalidad colombiana viajaban a bordo de una camioneta Nissan XTerra de color blanco tripulada por un mexicano, quien supuestamente los llevaría a Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron la tarde del 2 de noviembre en las inmediaciones del parque eólico La Rumorosa, que es empleado como ruta de tráfico de migrantes.
La Sedena informó que los tres elementos de la Guardia Nacional que durante los hechos hicieron uso de su arma se encuentran separados temporalmente de sus funciones en forma precautoria, en tanto las autoridades competentes llevan a cabo las investigaciones y se deslindan las responsabilidades correspondientes.
Recientemente, la Sedena confirmó la muerte de seis migrantes a manos de personal del Ejército en la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla, Chiapas, mientras los elementos de seguridad realizaban “reconocimientos terrestres” en la zona.
El primer mes de Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República registró eventos violentos de las Fuerzas Armadas contra civiles, que dejaron como saldo una treintena de muertos.
Con información de Animal Político.