En entrevista con Omnia - La conversación, el magistrado José Martín Hernández Simental, titular del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa de Décimo Séptimo Circuito, comentó que, pese a no encontrarse casos concretos de corrupción en el Poder Judicial Federal, les ganó la narrativa de corrupción que se hizo en contra de quienes lo integran, por parte del Ejecutivo y el Legislativo.
El funcionario judicial, dijo, que será muy difícil cambiar esa narrativa de corrupción, al enfrentarse al Poder del Estado, pues se dan cuenta que es enorme, por eso el constituyente, estableció el juicio de amparo, como una forma para que el gobernado se defienda de las autoridades, para defender sus derechos y para agregar que, esta reforma es una revancha contra el Poder Judicial.
Señaló que, ahora, se tiene que enfrentar la situación por la crítica o la embestida que a través de distintas narrativas se les hace, pese a que no existen casos documentados de corrupción en el Poder Judicial, pues nunca señalaron alguno en específico, dijo.
Al comentar sobre la situación de crisis que afecta el Poder Judicial, señaló, que la escuela en la que han sido formados en ese ámbito, es que las personas juzgadoras hablan a través de sus sentencias.
Resaltó que, de entrada, el Consejo de la Judicatura Federal tiene vigilado a todos los titulares y a todo el personal del Poder Judicial, pues tienen obligación de hacer una declaración patrimonial de inicio, la anual, así como una final, cuando se concluye el cargo.
El discurso de corrupción, dijo, llegó con un consejero, que revisó al Poder Judicial y no encontró casos concretos, incluso, después de revisar las declaraciones patrimoniales y cuentas bancarias, pues el Consejo de la Judicatura Federal tiene los expedientes de los trabajadores.
Como no se encontraron casos en específico, para señalarlos, la narrativa dijo, se decidió hilarla con la de nepotismo y de ahí, se complementaron los señalamientos en contra del Poder Judicial.
Señaló que, esa reserva que se tiene para no hablar de la actividad que desarrollan, es porque manejan información confidencial y así la mantienen para no vulnerar la secrecía de los actos confidenciales, de las personas en los juicios.
Resaltó que, esa secrecía debe mantenerse, porque a veces no se necesita decir nombres al hablar de un juicio con determinadas características, que por sí mismo da a conocer de quién se está hablando, por eso se requiere ser cautos, señaló.