PUEBLA, Pue. (Proceso).- Desde su reelección, llevada a cabo en julio, como secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), Víctor Fuentes del Villar no ha tenido ninguna aparición pública, no ha asistido a sus oficinas ni ha enviado mensaje alguno a los agremiados.
José Antonio Lara Orozco, quien contendió en el proceso del 18 de julio como cabeza de la planilla 2, llamada “Todos somos Romellón. Súmate”, revela en entrevista con Proceso, que hay versiones “fundadas” de que el dirigente sindical, que este 25 de septiembre cumplió 90 años de edad, enfrentó problemas de salud durante la contienda sindical y por ello desapareció de la escena pública.
Ante esta situación, advierte, los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SUTERM han convocado a un congreso nacional en la Ciudad de México del 11 al 15 de noviembre, donde tienen informes de que buscarán modificar los estatutos para nombrar a un suplente que asuma por el periodo para el cual Fuentes del Villar fue reelecto, que es de 2025 a 2031.
Lara Orozco, quien actualmente es secretario del Trabajo en la sección 186 Ciclo Combinado en Tula, Hidalgo, menciona que en estos días han estado citando a los secretarios generales seccionales del sindicato y “al parecer les están dando instrucción para tomar la determinación de nombrar a un sustituto de Fuentes” durante este congreso.
Sin embargo, asegura que esta forma de nombrar a un representante sindical violaría lo que establece el artículo 371 de la Ley Federal del Trabajo, el cual dice que la elección del secretario general debe llevarse a cabo por voto de toda la base laboral, no por delegados a un congreso.
En el artículo 371 marca que “el procedimiento de elección que realicen los miembros de un sindicato respecto al secretario general o su equivalente a nivel nacional, estatal, seccional, local o municipal, se realizará de manera independiente de la elección de delegados a los congresos o convenciones sindicales, cumpliendo con los requisitos a que se refiere este inciso”.
Esos requisitos que marca la LFT, son el ejercicio del voto directo, libre y secreto de los trabajadores que estén incluidos en el “padrón de miembros del sindicato con derecho a votar”.
Lara dice saber de “buena fuente” que Fuentes del Villar, por su estado de salud, no está en posibilidades físicas y mentales de asumir la toma de nota del SUTERM, la cual, además, fue impugnada por los integrantes de la planilla 2 que él encabeza.
“Al parecer, su estado de salud es delicado, recordemos que acaba de cumplir 90 años. Y pues desde antes (de las votaciones) no sabemos nada de él, no hay una imagen de él, no hay un mensaje de él, están firmando por él otras gentes”, refiere.
En la planilla que supuestamente fue electa el 18 de julio, el único cargo que no tiene suplente es el de secretario general, porque así está señalado en los estatutos del SUTERM. De confirmarse la falta de éste, expone el trabajador de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que procede es que se convoque a un plebiscito entre los electricistas para designar un nuevo líder sindical.
No obstante, afirma que el grupo de incondicionales de Fuentes del Villar pretende modificar esos estatutos, por el voto de “delegados efectivos” que asistirán al congreso, para que el secretario general tenga un suplente que sería uno de los que formaron parte de su planilla, “violentando el principio de democracia sindical y el derecho de los trabajadores a decidir quién los represente”.
Lo que legalmente procedería, sostiene, es que el secretario del interior del sindicato, Mario Ernesto González Núñez, asuma como suplente interino por un periodo de tres meses, mientras se convoca a nuevas elecciones en lo que se refiere sólo al cargo de secretario general. “Pero sería interinato, no una suplencia”, puntualiza.
También en entrevista, Gustavo Romellón Rodríguez, trabajador de la Sección 14 de Campeche, quien fue el líder moral de la planilla 2, debido a que no pudo contender porque al ser considerado disidente le fueron suspendidos sus derechos sindicales, asume que lo que pretende el grupo de Fuentes del Villar es “meter una tarjeta bajo la manga” en este congreso nacional.
“Ellos están encubriendo la situación de salud de don Víctor, porque va a ser doble golpe para ellos, porque si no tienen la toma de nota, y se les impugna la toma de nota y los juicios son de seis u ocho meses, si ese señor fallece o ya no puede seguir, tiene que haber una elección extraordinaria, entonces ellos están buscando la forma de seguir en el poder”, expone.
Al interior de la actual dirigencia sindical, comenta que hay dos grupos que se disputan el poder: uno que lideran Nereo Vargas, secretario del Trabajo del CEN, y Víctor Manuel García Trujeque, presidente de la Comisión Nacional de Justicia (CNJ) del sindicato; así como otro que comandan Mario Ernesto González Núñez, secretario del interior, y Rubén Martín García Castelán, titular de Finanzas.
El 3 de octubre último, a la sesión extraordinaria del Consejo de Administración de la CFE, que preside la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, Fuentes del Villar no asistió en representación del SUTERM, sino que se presentó Mario Ernesto González Núñez como “consejero suplente”.
Proceso se comunicó a las oficinas del sindicato para pedir una entrevista con el dirigente y sólo ofrecieron que darían una respuesta “más tarde”, pero ya no se comunicaron.
El vigésimo primer Congreso Nacional del SUTERM, ordinario y presencial, se llevará a cabo del 11 al 15 de noviembre en el salón Independencia del hotel María Isabel Sheraton, de la Ciudad de México, ubicado en Paseo de la Reforma.
En el temario que marca la convocatoria de este congreso, se incluye un punto como “iniciativa de adecuación estatutaria”, sin especificar de qué trata y la cual se someterá a votación secreta de los “delegados efectivos” (que serían 837) previo a la toma de protesta del CEN y de la Comisión Nacional de Justicia del sindicato.
De acuerdo con el padrón dado a conocer en julio pasado, el SUTERM cuenta con 67 mil 673 agremiados.
Elección impugnada
Romellón Rodríguez señala que además la planilla 2 impugnó el proceso de elección sindical que se llevó a cabo en julio último y en el cual supuestamente fue reelecto Fuentes del Villar, quien ha sido líder de los electricistas desde hace 19 años.
La reforma laboral, expone, abrió la oportunidad de realizar un proceso histórico que no se daba en el SUTERM desde su fundación, sin embargo, acusa que los integrantes del CEN cometieron una serie de irregularidades con tal de reelegirse.
En principio, recuerda que el proceso que estatutariamente debía llevarse a cabo en noviembre, se adelantó para julio por decisión unilateral de la dirigencia.
No fue un proceso democrático, pues no se retiraron del cargo para participar como candidatos, usaron las estructuras sindicales seccionales para hacer campaña con dinero del sindicato, pusieron mantas y usaron vehículos de CFE en horas de labores y hubo presión por parte de los directivos. Todo con la anuencia de (Manuel) Bartlett (entonces director de la CFE), quien se hizo de la vista gorda.
Agrega que aunque se instalaron más de 300 casillas, sólo la dirigencia conocía las ubicaciones de todas y en muchos centros de trabajo ni siquiera se enteraron que había un proceso para elegir al líder sindical.
El día de la elección, afirma, la planilla Súmate iba alrededor de 600 votos arriba. “Pero alrededor de las ocho de la noche se detuvo el conteo, un apagón como es experto Bartlett, y cuando vuelve, alrededor de las 10 de la noche, ellos tenían 30 mil y nosotros 14 mil votos”
La planilla 2 sólo cuenta con alrededor de 90 actas de escrutinio de las casillas que se instalaron ese día y han pedido a la Comisión Nacional de Elecciones del sindicato que les proporcionen las actas restantes, sin embargo, ésta se ha negado tomando como argumento el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo y alegando que no hay ley que los obligue a proporcionarlas.
Lara Orozco menciona que una de las estrategias que usó la dirigencia sindical para imponer su reelección fue darles el voto a los trabajadores de las empresas llamadas conexas, las cuales no son de electricistas y no había conocimiento ni de dónde estaban para visitarlas en los sólo 10 días que establecieron para hacer campaña.
Y es que al SUTERM se han agremiado ya no sólo electricistas sino empleados de empresas como la fábrica de electrodomésticos Acros Whirpool, la proveedora de ésta, Burner Systems International de México; Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey; Manzanillo Gas Tech y Transformadores de Piedras Negras, entre otras.
El voto de los empleados de esas empresas llamadas conexas, sostiene Lara, fue el que definió le reelección de Fuentes del Villar.
Expone que han presentado quejas ante el Centro Federal de Conciliación y Registro (Cefecorel), a cargo de Alfredo Domínguez Marrufo, y ante la Secretaría del Trabajo, pero acusa que estas autoridades están “amañadas” y “viciadas por la corrupción”, por lo cual han recurrido a la vía del amparo para buscar echar abajo el proceso.
Romellón Rodríguez menciona que la dirigencia del SUTERM está bajo el poder de una “mafia” que ya no es en sí un sindicato, sino “una empresa para hacer dinero y conciliar negocios con la CFE”.
En ese sentido, dice, se entiende que Bartlett y Guillermo Nevárez Elizondo, quien era director de Distribución de CFE, hayan operado para favorecer la reelección de Fuentes del Villar, pues sostiene que hay indicios de que establecieron sociedades en empresas que prestan servicios a la paraestatal como outsourcing.
Aparte en el SUTERM se manejan fondos millonarios como los 2 millones de pesos del CIJUBILA, que son cuentas individuales para la jubilación de los electricistas que entraron a trabajar a partir de 2008, o el 2% que las empresas tienen que pagar al sindicato por cada contrato que firman con la CFE.
Con este tipo de negocios y ganancias, expone que los “líderes charros” recurren a todo tipo de presiones, acoso y persecución contra los trabajadores que hacen reclamos, exponen algún tipo de crítica o piden cuentas sobre las finanzas sindicales.
En su caso, relata que fue electo en un proceso extraordinario secretario de la sección 14 y que en 2021 logró la reelección. “Pero como no me querían quitar, me retiraron los derechos sindicales y con ello, la secretaría general”, cuenta al advertir que hay más de 20 trabajadores en situaciones similares por ser considerados disidentes.
Ahora Romellón ha ganado varios amparos que le reintegran sus derechos sindicales pero que están pendientes de ejecutar debido al paro en el Poder Judicial. No obstante, asume que, aun así, la dirigencia no le permitirá retomar la secretaría general de la sección 14 pese a que fue electo por mayoría de votos.
Con información de proceso.com.mx