Tras de su secuestro y cautiverio por casi 5 años, en Mali, por parte de extremistas musulmanes, la monja de origen colombiano, Gloria Cecilia Narváez, perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, ofreció su testimonio de vida y de la persecución y torturas, de las que fue objeto a causa de no renunciar a su fe católica.
Secuestrada en Mali, en África, un país con un 2 por ciento de practicantes católicos, el 7 de febrero de 2017, fue obligada a salir del lugar en el que ofrecía su servicio, para pasar por un cautiverio por casi 5 años posteriormente ser liberada el 9 de octubre de 2021. Durante ese tiempo, prácticamente sufrió un calvario en las arenas del desierto del Sahara, tras ser retenida por varios grupos armados de extremistas, que la hicieron víctima de torturas diarias, por no renunciar a su fe católica.
Ante una gran audiencia en el auditorio de la iglesia de San Felipe Apóstol, narró las actividades que realizaban ella y tres religiosas más que le acompañaban, cuando un grupo de 4 hombre pertenecientes a Al Qaeda, irrumpieron de manera violenta en el orfelinato y el lugar que atendían, para llevársela prisionera acusada de predicar a Jesús.
Fui fuerte porque el Señor me dio esa agracia, dijo, tras exponer las torturas físicas y psicológicas que sufrió, entre las que se incluía el mantenerla prácticamente sin agua y alimentos, a las que también se agregaban golpes, quemarle la piel, un trato indigno y la exigencia diaria de que renunciara su fe, para que la dejaran en libertad, esto último a lo siempre se negó.
En este sufrimiento por las arenas del Sahara entre Mali y Mauritania, le acompañaron en su cautiverio en distintos momentos 2 mujeres, una de origen francés y otra suiza, que también sufrieron torturas tan solo por su fe.
Me exhibían como trofeo, me golpeaban y escupían y me exigían, renunciar a mi religión, apuntó, todo eso durante casi 5 años, hasta que una persona de origen árabe, se compadeció y la ayudó escapar, ahora, señaló, es tiempo de reconciliación y de no encadenar a nadie Mientras tanto continúa con su servicio y compartiendo su experiencia.