Este día, el gobierno mexicano se sumó a la ola de repudio internacional contra los ataques del ejército de Israel contra la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), que calificó como "violaciones flagrantes al derecho internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
Aunque no se refirió directamente al gobierno de Israel en un boletín que emitió en la tarde de este domingo, la Cancillería mexicana condenó los ataques contra bases de los cascos azules —en los que cinco soldados resultaron heridos—, y reiteró su "llamado urgente a un cese al fuego inmediato en la frontera entre Líbano e Israel y al estricto respeto de todas las partes del derecho internacional y del derecho internacional humanitario".
Los ataques a las bases de la ONU fueron perpetrados en medio de la operación militar terrestre y aéreo de Israel contra Líbano, cuya intensidad ha escalado en los días recientes, a pesar de una condena generalizada de la comunidad internacional, incluyendo reclamos de Washington, el aliado histórico de Israel.
Hasta el momento, el gobierno libanés ha contabilizado 2 mil 306 muertes y 10 mil 968 heridos en los ataques israelíes, a los que se suman cientos de miles de civiles desplazados. A un año de su asedio militar contra Gaza, en represalia a los atentados perpetrados en su territorio por el grupo armado Hamás, se contabilizan 42 mil 227 palestinos muertes y 98 mil 464 heridos en esa franja.
Los ataques contra la FINUL provocaron una reacción indignada en el mundo, pues esa misión de la ONU, integrada por 10 mil elementos, tiene el objetivo de evitar un conflicto en la zona fronteriza entre Israel y el Líbano. Un grupo de 40 gobiernos firmó hoy una declaración conjunta para condenar el ataque contra la fuerza de paz.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió a Antonio Gutérres, el secretario general de la ONU, a que retire a la FINUL del terreno, lo que fue negado de manera tajante.
Con información: Proceso.com