CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Para la activista Ana Ignacia “Nacha” Rodríguez, quien fue encarcelada por su participación en el movimento estudiantil de 1968, las disculpas públicas ofrecidas por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, son insuficientes, pues asegura, "falta el castigo por los delitos de lesa humanidad, que no prescriben".
Este jueves, estará presente en el homenaje a Roberta “Tita” Avendaño, quien formó parte del Comité Estudiantil de 1968 y fue una destacada activista, acto que se realizará en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente de la UNAM, donde dialogará en torno a la injusticia de haber sido presas políticas.
Rodríguez, quien nació en Taxco, Guerrero, en 1944) charló en torno a esta actividad a realizarse en la Sala 2 de Audiovisual del CCH Oriente, este jueves a las 17 horas, en donde afirmó recordará la memoria de su colega "Tita" Avendaño, y como parte de ello adelantó que está poniendo todo su esfuerzo en lograr que se concrete un sitio de memoria en el Plantel Casa Libertad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
“Nunca debimos estar en una prisión común, y menos en Santa Martha Acatitla por que no eramos delincuentes, nunca cometimos un delito, éramos estudiantes que lo único que hicimos fue marchar por las calles y pedir la libertad de compañeros detenidos, y eso no ameritaba una prisión. A 56 años de distancia del movimiento estudiantil estoy trabajando en la creación de un sitio de memoria en el plantel Casa Libertad de la UACM, donde fue cárcel y me tocó ser presa junto a Roberta", dijo.
“Como parte del comité de 1968, fundadora, estoy trabajando en un sitio de memoria en la Casa Libertad para que se recuerde la memoria de Roberta, Adela Salazar, Amada Velasco y la mía como presas en ese lugar, tengo 80 años y soy la única que vive de las cuiatro, así que es mi obligación luchar porque ese hecho no se olvide nunca”.
Aunque renuente al principio de responder sobre las disculpas públicas de la presidenta Claudia Sheinbaum, por el actuar del gobierno en 1968, dijo:
“Los que luchamos fuimos víctimas de un genocidio, no hay recompensa en, que se reconozca que fuimos víctimas de un gobierno genocida, pero no bastan las disculpas, ahora se pueden hacer juicios aunque los culpables ya estén muertos, porque el 2 de octubre, 10 de junio y la guerra sucia son delitos de lesa humanidad eso no prescribe, que se enjuicie a responsables”.
Respecto al sitio de memoria detalló que ya donó objetos personales como referencia histórica para el memorial, entre ellos un radio que el ex rector Ernesto Barros Sierra, “el mejor rector que ha tenido la UNAM”, regaló a los estudiantes de 1968.
Y respecto a la estación “Tita Avendaño” del la reciente ruta de Trolebús “Taxqueña-Perisur”, reconoció la intención, a pesar de que cerca de ese lugar existe una colonia nombrada “Díaz Ordaz”.
Aunado a esto, Martí Batres, jefe de gobierno capitalino, dio a conocer recientemente la eliminación de nomenclaturas para hacer justicia histórica en esta ciudad como parte del programa “Ciudad de las heroinas”, eliminando de momento dos calles “Gustavo Díaz Ordaz”.
“Que eliminen la colonia Díaz Ordaz, es decir, o se hace todo o no sirve de nada una disculpa, estoy de acuerdo con Sheinbaum en la disculpa, pero de nada va a servir si no se lleva a la práctica. Quiero ver justicia en vida”, remató.
Con información de Proceso.