Chilpancingo, 08/10/24 (Más/IA).- Gustavo Alarcón, alcalde suplente de Chilpancingo registrado ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero (IEPC), expresó su disposición para asumir el cargo, a pesar del temor, tras el asesinato del alcalde titular, Alejandro Arcos Catalán, el pasado domingo 6 de octubre.
En una entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, Alarcón afirmó que tomará las riendas del ayuntamiento con el objetivo de contribuir al desarrollo de la capital guerrerense.
El médico y político, quien previamente se había unido a los proyectos de Arcos Catalán, señaló que aunque el miedo siempre está presente, es su responsabilidad asumir el cargo. “El miedo siempre lo tenemos, pero tenemos que asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos, como seres humanos que somos, que nos necesita mucha gente”, declaró.
Alarcón indicó que actualmente cuenta con protección de las fuerzas de seguridad municipales y estatales, y espera que, una vez que asuma formalmente el cargo, se le asigne también protección por parte de elementos federales.
Respecto a su próxima entrada al poder, Alarcón detalló que ha esperado a que se cumplan los procedimientos legales antes de iniciar los trámites correspondientes. Este proceso incluye notificar al síndico número 1 del ayuntamiento sobre la ausencia del presidente municipal, levantar un acta y solicitar su nombramiento como suplente.
Gustavo Alarcón, quien ha sido miembro del Partido Acción Nacional (PAN) durante años, buscó la alcaldía de Chilpancingo en 2021, aunque perdió ante Norma Otilia Hernández, de Morena. Este año, se registró como suplente de Arcos Catalán bajo la alianza PRI-PAN-PRD.
El asesinato de Alejandro Arcos Catalán ocurrió apenas seis días después de que asumiera el cargo como alcalde de Chilpancingo. La violencia política ha sacudido la región en las últimas semanas, ya que tres días antes del homicidio de Arcos Catalán, también fue asesinado Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, secretario general del ayuntamiento.
Arcos Catalán había exigido justicia por el asesinato de su secretario general y solicitado mayor seguridad tanto para él como para su equipo, una petición que, trágicamente, no evitó su propio asesinato.
Alarcón se enfrenta ahora al reto de gobernar Chilpancingo en medio de una creciente ola de violencia, con la esperanza de continuar el trabajo de su antecesor en un entorno sumamente adverso.
Con información de Massinformación.