Claudia Sheinbaum hará historia el próximo 1 de octubre al convertirse en la primera mujer presidenta de México, un hecho de gran relevancia simbólica para un país que enfrenta graves retos en materia de equidad de género y violencia machista.
Con su toma de posesión, México se une a una lista aún reducida de países dirigidos por mujeres.
"México está listo para una presidenta, para una astronauta, para una ingeniera. Las mujeres mexicanas estamos listas desde hace mucho tiempo", ha afirmado en diversas ocasiones Sheinbaum, quien asume la presidencia en medio de una ola de violencia de género que el gobierno saliente de Andrés Manuel López Obrador no ha logrado detener.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), México sigue registrando un promedio de 9.5 homicidios de mujeres al día, de los cuales entre dos y tres son clasificados como feminicidios.
Sheinbaum ha destacado que su gobierno será "feminista con enfoque social", comprometiéndose a enfrentar la violencia machista y otros delitos de género, que han aumentado en los últimos años. En este contexto, ha propuesto la creación de una Secretaría de las Mujeres como parte de su estrategia para abordar la crisis de violencia. "No puede ser que la primera mujer presidenta sólo sea un símbolo", indicó recientemente en una conferencia de prensa.
La violencia de género sigue siendo uno de los problemas más graves en el país. De enero a agosto de 2024, se registraron 190 mil 96 reportes de violencia familiar y 14 mil 508 de violación, cifras que reflejan un incremento respecto a años anteriores.
Mónica Mendoza, experta en comunicación política, señala que aunque se ha intentado reducir la incidencia de feminicidios, el número de desaparecidas y víctimas de trata ha aumentado considerablemente, afectando principalmente a mujeres jóvenes.
"Estamos estacionadas en el número de feminicidios, pero lo que se ha disparado con brutalidad es la desaparición de mujeres y niñas", alertó Mendoza.
La directora de la Red Nacional de Refugios, Wendy Figueroa, subrayó la importancia de visibilizar esta violencia para combatirla eficazmente.
"Lo que no se nombra no existe", afirmó, añadiendo que las instituciones encargadas de atender estos casos han estado subfinanciadas, limitando su capacidad de respuesta.
A nivel internacional, la llegada de Sheinbaum a la presidencia es un avance significativo, pero refleja también una realidad: la presencia de mujeres en los más altos cargos ejecutivos sigue siendo escasa. De los aproximadamente 195 países reconocidos en el mundo, sólo alrededor de 30 están gobernados por mujeres. Entre estas figuras destacan Sanna Marin en Finlandia, Giorgia Meloni en Italia, y Dina Boluarte en Perú.
Los desafíos que enfrentan las mujeres en el poder son múltiples y varían según el contexto. En muchos países, las normas culturales y los sistemas políticos continúan limitando su participación en altos cargos. México no es la excepción. A pesar de la paridad de género en el Congreso, donde casi el 50% de las curules son ocupadas por mujeres, la realidad es que en otros niveles de gobierno, como las alcaldías y gabinetes estatales, los hombres siguen predominando.
Además, la violencia política de génerosigue siendo un obstáculo para las mujeres mexicanas. Muchas de ellas han denunciado acoso y ataques misóginos durante sus campañas y en el ejercicio de sus funciones. Este fenómeno, sumado a la persistente violencia machista en la sociedad, representa un reto para la administración de Sheinbaum.
Con información de EFE.