Al cierre del segundo trimestre de 2024, la deuda de las entidades federativas de México se ubicó en 659 mil 964 millones de pesos, 1% en términos reales por debajo del mismo trimestre de 2023.
Es la cifra más baja desde 2011, con lo que prácticamente casi hiló ocho bajas consecutivas, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En la variación anual de los registros de deuda prevalecieron las disminuciones. De las 30 entidades con deuda, 21 registraron baja en términos reales y las nueve restantes tuvieron incrementos.
Querétaro canceló su deuda en 2023 y fue hasta 2024 que volvió a contratar, en tanto que Tlaxcala no registra pasivos financieros debido a la prohibición de su Congreso estatal.
En la disminución de su deuda destacaron Tabasco, con 26.1%, seguido de Baja California Sur, con 16.7%. En cuanto a los incrementos en sus pasivos, destacó Sinaloa con 42.8%, seguido de San Luis Potosí con 27.8%.
De acuerdo con las cifras de la SHCP, en 2016 el endeudamiento de los estados en términos reales registró su mayor nivel con 793 mil 044 millones de pesos, por lo que, respecto al segundo trimestre de 2016, la deuda de los estados acusa una baja de 16.8% en términos reales.
Por entidades, en dicha década, Puebla lideró la baja con 66.8%, seguido de Baja California Sur e Hidalgo con 63.5% y 62.3%, respectivamente, mientras que por el lado de los aumentos, destacó Yucatán con 113.1%, Querétaro con 24.7% y Guanajuato con 14.7%.
El Estado de México y la Ciudad de México se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel. El primero registró un aumento de 2.4% y el segundo una baja de 4.2%.
Del saldo de pasivos de las entidades al cierre del segundo trimestre de 2024, se colocó a la cabeza de la tabla Nuevo León con 102 mil 837 millones de pesos, seguido de la Ciudad de México y el Estado de México con 98 mil 354 y 63 mil 860 millones de pesos, respectivamente.
En contraparte, Baja California Sur registró la cifra de deuda más baja, con mil 254 millones de pesos, seguida de Campeche y Guerrero, con 2 mil 118 y 2 mil 627 millones de pesos, respectivamente.
Medido por el número de habitantes, el promedio nacional por habitante, de acuerdo con las cifras de población del Inegi, al segundo trimestre de 2024 fue de 5 mil 079 pesos. Nuevo León, con 16 mil 773 pesos por habitante, superó en más de tres veces el promedio nacional, seguido por Chihuahua con 14 mil 049 pesos. Las tres entidades con la deuda per cápita más baja fueron Puebla con 640 pesos, seguida de Guerrero e Hidalgo con 729 y 994 pesos.
Altas tasas de interés drenan sus recursos
Las tasas de interés que aplican las instituciones financieras a la deuda de los estados está completamente sincronizada con la tasa objetivo o tasa de referencia que aplica el Banco de México (Banxico) en su lucha contra la inflación.
Entre 2020 y 2024, la tasa promedio de los pasivos financieros de los estados pasó de 4.85% a 11.40%, un aumento de 6.56 puntos porcentuales, reflejo fiel de la tendencia de tasas marcada por el banco central, que en dicho lapso incrementó su tasa en 6.50 puntos porcentuales.
En línea con las principales economías del orbe, la política monetaria de corte restrictivo empezó en marzo de este año su fase de relajación en México. El 22 de marzo pasado, Banxico registró la primera baja en la tasa objetivo desde el 12 de febrero de 2021, día en que se ubicó en 4.25%, esto en un contexto económico que amenazaba con la recesión.
El proceso de alza en la tasa de interés del Banco de México se mantuvo por casi tres años, avance que a juicio de muchos analistas, fue fuerte y acelerado, lo que implica también por cuestiones prácticas que el proceso de baja podría durar un lapso similar, ello sí la inflación en el país se presenta en forma ordenada, es decir, de no suceder algún evento imprevisto que cambie en forma drástica las expectativas de los mercados.
Deuda de los estados a la baja y deuda federal al alza
La sostenida reducción en la deuda de las entidades federativas, que contrasta con los elevados niveles de deuda del gobierno federal, se explica a partir de que las principales obras de infraestructura y programas de asistencia social en los estados corrieron en buena parte por cuenta del gobierno federal, hecho que abultó el gasto público y los requerimientos para cubrirlo, pero, por otra parte, liberó de carga a las entidades y facilitó su desendeudamiento.
Llama la atención la variación anual en el gasto de las entidades. Del segundo trimestre de 2024 al mismo lapso de 2023, de las 11 entidades que registraron incremento en su deuda, cinco son gobernadas por la oposición. Destacan Guanajuato y Durango, que al cierre del segundo trimestre de 2024 aumentaron sus pasivos en 9.3% y 8%, respectivamente.
Querétaro, un estado que había logrado cancelar su deuda y operar con recursos propios durante 2021 y 2022, para 2023, de nueva cuenta, tuvo que solicitar financiamiento. Tabasco, un estado emblemático para el gobierno, destacó por la reducción en 26.1% en términos reales en su deuda, su mayor reducción en 14 años, la mayor baja entre las 32 entidades en el segundo trimestre de 2024 y la cuarta disminución anual al hilo.
Con información de Latinus