El Estado de Chihuahua tiene actividad sísmica, desde el oriente hasta el poniente y de norte a sur desde Juárez hasta Parral y de la Sierra de Guachochi hasta la Perla, en Camargo, comentó el doctor Manuel Reyes Cortés, al señalar que han encontrado tres zonas de la entidad en donde se tiene una mayor ocurrencia de estos fenómenos, regiones en las cuales se deben de establecer reglamentos de construcción, por los efectos de estos movimientos.
Al señalar, que en los últimos 10 años han registrado más de 300 temblores, 100 de estos han tenido grados de intensidad de 3.9 y 4 grados según la escala de Richter, expresó que aquí en Chihuahua se considera una parte del Estado como zona asísmica, efectivamente, porque no sentíamos los temblores, que ocurren frecuentemente, pero son de baja graduación.
Para el destacado profesionista, académico e investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua, la frecuencia de los sismos ha definido tres regiones en el Estado con mayor actividad de estos fenómenos, como son la de Ojinaga; también, la comprendida entre Juárez y Samalayuca, así como otra más al sur, ubicada entre Camargo, Parral y Delicias.
Para el especialista e investigador, el origen de los sismos en Chihuahua se debe a la influencia del llamado Rift del Río Grande, un fenómeno de distensión, que va desde Ciudad Juárez, casi en línea recta hasta Parral y que, pasa por Chihuahua.
Según consideró esta actividad hace necesario que toda construcción que se vaya a realizar en estas tres regiones debe ser evaluada por el área de Protección Civil en base a un reglamento, que se debe elaborar en específico por la presencia de estos fenómenos.
A la fecha según consideró las autoridades no han puesto mucho interés en este tipo de fenómenos, sin embargo, deben ser considerados en reglamentos de construcción, especialmente en estas regiones.
Según comentó, ya hay bastante información sobre este tipo de reglamentos, especialmente en las entidades del centro y sur del país, que tienen ocurrencia de un mayor número de sismos y de mayor intensidad.
Recientemente, el investigador, ofreció una plática a elementos de Protección Civil municipales, con el propósito de insistir en la necesidad de proteger y autorizar las obras especialmente en esas regiones con base en un reglamento, en el que podría colaborar con las autoridades para su elaboración.
Además, expresó, que es conveniente que los ciudadanos tengan la información básica de qué hacer ante la eventualidad de un sismo, de los que afortunadamente no los hay de gran intensidad en nuestro estado, sin embargo, no estamos exentos de que algún día se produzca uno con un máximo de 5.6 grados en la escala de Richter, según señaló el especialista, al destacar que es impredecible cuándo, dónde y de qué tamaño, pueda ser un fenómeno de este tipo; lo que sí precisó, es que ya se puede definir en cuáles áreas se presentan con mayor frecuencia.