Quisiera empezar esta opinión con una precisión sobre la información que el gobierno municipal comparte en relación a la actual consulta pública para la protección del Cerro del Caballo, también conocido como "Mesa de los Caballos": Una mesa no es lo mismo que una meseta. Si buscas en un diccionario de primaria, por ejemplo, puede que aparezcan como sinónimos, sin embargo, si buscas en un documento especializado de la ciencia geográfica, encontrarás otra cosa totalmente distinta. Una mesa es un cerro con la punta plana, en resumen. Una meseta es una extensión territorial que no cuenta con límites claros pero sí con una superficie plana en la parte alta.
Así pasa con muchas cosas, cuando revisas las fuentes básicas encuentras una cosa, y cuando te fijas en datos más profundos, lo que parecía muy claro resulta no ser tanto. Bien dicen que la ciencia entera saldría sobrando si las cosas fueran lo que aparentan. Para eso nos dio Dios, o la naturaleza o quién usted considere mejor para su propia cosmovisión individual, la capacidad intelectual de dudar, de conocer, de investigar, y así no conformarnos con migajas, sino buscar el pastel entero que nos merecemos.
En el caso del Cerro del Caballo vemos algo muy similar, unos lo ven como un terreno baldío para construir casitas, otros lo vemos como un área natural capaz de captar agua y de ser hogar de decenas e incluso cientos de especies de flora y de fauna. Donde unos ven una ladera llena de espinas, nosotros vemos suelo forestal, donde unos ven zonificación primaria para uso habitacional, nosotros vemos el decreto de zona protectora forestal de 1936 que prohíbe el saqueo y la destrucción de la vegetación forestal de zona árida, y así sucesivamente.
La diferencia está en la información previa, eso es lo que modifica la mirada en uno y en otro caso. He escuchado decir muchas veces: Yo he caminado este cerro toda mi vida y es la primera vez que veo tal flor, que veo tal animal. Y eso se explica por el hecho de que puedes recorrer un mismo camino muchas veces y no prestar atención en los detalles hasta el momento en que le das importancia a un tema, en este caso, la flora local, ya que no es lo mismo ver el color amarillo de las flores rodeadas de polinizadores a saber que esa planta se llama "Tecoma stans" o "flor de san pedro" y ayuda a tratar la enfermedad que padeces, ahí te cambia la perspectiva pues.
Por eso cuando invito a gente a votar en la consulta pública que cierra el día 13, me dicen ¿Y de qué sirve esa encuesta si no es obligatorio para el gobierno acatar los resultados? Y yo les digo: No es una encuesta, es una herramienta de participación social y ciudadana que fue solicitada por colectivos, familias y defensor@s del territorio como una forma de impedir que sigan destruyendo ese lugar que tanto amamos, la Mesa de los Caballos, ese cerrito tan bello donde hace años escuchaba a las charas azules cantar, y los venados se veían casi diario.
Quiero transmitir esto, para que nos sentemos a la mesa de los caballos a pensar en el futuro de nuestras familias, en las próximas generaciones, y en un regalo que podemos darle, un sueño tal vez, pero de esos que te sirven como el horizonte que buscas alcanzar y que cada paso que das se aleja y entonces te ayuda a caminar:
La participación ciudadana será masiva y será precedente para que las decisiones importantes se tomen considerando todas las voces, mucha gente votará por proteger el Cerro del Caballo y la autoridad, inspirada y conmovida al ver tanto amor de la gente de Chihuahua por su territorio, tomará la decisión adecuada, y el Cerro del Caballo será un hermoso lugar para pasear en familia, con los perros, con la bici, con los grupos de senderismo, con una cámara fotográfica, con lienzo y pintura, con tiempo libre para disfrutar, para ser simplemente, y en ese momento una persona recordará a la gente de Chihuahua que tanto se esforzó para proteger la Mesa de los Caballos y pensará, con mucho amor en su corazón:
Gracias.