¡Cuánta desfachatez! Casi cinco años de una funesta administración de Luis Fierro, el pseudo rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuatro años 11 meses de su compa: el gobernador “paladín falsario” de la lucha contra la corrupción, hoy rescatado en el restaurant Gin Gin de la CDMX.
¿Qué hizo el pseudo rector con prácticamente 10 mil millones de pesos que fueron asignados durante su período para la correcta operación de la Universidad Autónoma de Chihuahua? ¡Qué padre! Durante su desastrosa gestoría, en su primer año, adquirió una residencia con un valor aproximado a los 10 millones de pesos: ¿Proporcional a sus ingresos como docente universitario?
¿Recuerda usted el incongruente programa gubernamental estatal “Justicia para Chihuahua”? Cuyas acciones parciales y discrecionales, mantuvieron la rampante IMPUNIDAD en nuestra alma mater. Tanto el Congreso del Estado en turno (2016-2021), como la Auditoría Superior del Estado, hicieron mutis. ¡Imagínese! La también docente de la UACh, María Elvira González Anchondo, presidiendo la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado de Chihuahua.
La Fiscalía General del Estado, operada por César Augusto Peniche, bajo la tutela de Lucha Castro, nos congeló una robusta denuncia penal por peculado, contra Luis Fierro, su antecesor, así como diversos funcionarios y funcionarias corruptas, integrantes impunes de la comunidad universitaria de la UACh. ¿Sabía usted que el pseudo rector, antes de tomar el cargo, fue denunciado formalmente por robo por su propia sobrina?
¿Cómo olvidar al “amigo muy cercano” que mantuvo el pseudo rector en Londres? Bueno, la afortunada simulación de becas que permite la corrupta funcionalidad universitaria. Mantenemos en nuestros recuerdos, el “turismo frecuente universitario” por Europa, varias veces a Londres, Francia, Japón, Canadá, etcétera, de “todas ellas”, las personas que acompañaban al pseudorector: ¿Cómo olvidar los hospedajes de $350.00 euros por noche en París de Erik Valles? ¿Se acuerdan del gris secretario particular y director administrativo Francisco Márquez? Otro gran beneficiario de las becas turísticas universitarias; a lo más que le dio “su brillantez”, fue a implementar un sello para marcar las facturas: “gasto operado con RECURSOS PROPIOS”. Esa condición, les daba la “tranquilidad” corrupta-corruptora, de que el recurso abusado, no emanaba de las cuentas de los gobiernos federal y estatal. ¡Carasduras!
¡De risa!, el programa de Cultura de la Legalidad de la UACh, ya que era mofa permanente, tanto entre la plantilla docente, como entre los trabajadores administrativos. ¡Imagínese usted! Lo operaba una tal Diana Valdés, archireconocida por su “honestidad”. ¡Incongruencia total!