Desde el año 2012, Don José Luis Figueroa, propietario de uno de los negocios del primer cuadro de la ciudad y quien fue presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro (COCENTRO), inició las premiaciones a los cuatro mejores policías de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) que vigilaban esa zona.
De acuerdo al expresidente, todo inició tras una plática que sostuvo con el jefe de los agentes ciclistas Beta, Luis Carlos Gómez, quien se encontraba a cargo de ellos, para mejorar las estrategias de seguridad y hacer más tranquila la Zona Centro, con los más bajos índices delictivos, lo que dio buenos resultados, ya que al día de hoy es una de las más seguras para los visitantes y los empresarios.
“Siendo yo la cabeza de los comerciantes, el oficial Gómez me propuso incentivar de alguna manera a sus compañeros, con un detalle, aunque fuera pequeño, lo cual sería muy importante y significativo para ellos, razón por la cual no escatimé en reunirme con los demás colegas y logramos implementar estos premios, que han permanecido hasta la fecha”, agregó Don José Luis.
Estos reconocimientos son hasta hoy día toda una tradición, con ayuda de los mandos, de encuestas entre los locatarios y a los trabajos de alto impacto social o policial que realizan, son seleccionadas las y los mejores agentes que laboran en el Distrito Ángel, incluyendo a los Betas, a los patrulleros y a los que realizan recorridos pedestres para inhibir el delito.
La actual presidenta de COCENTRO, Claudia Portillo, expresó todo el agradecimiento que tiene con los uniformados, pues han sido leales colaboradores y han mostrado su preocupación por brindarles seguridad a ellos y a las y los ciudadanos que llegan de visita o de compras.
La también comerciante refiere que, gracias a los buenos resultados en la disminución de la incidencia tanto en faltas administrativas como en actos ilícitos en el Centro Histórico, seguirán incentivando a las y los agentes cada mes, con un reconocimiento que les sirve para ser promovidos en la corporación, un incentivo económico y una membresía para una comida, aunado a una posada que les organizan cada año, donde también les rifan regalos.
“Es una forma simple de agradecer a nuestros valiosos policías y motivarlos a continuar cuidándonos, nos queda claro que es una vocación riesgosa, al velar por nuestro patrimonio y, sobre todo, por mantener un centro seguro para seguir teniendo un buen flujo de visitantes, lo cual por ende ayuda a nuestros comercios y a nuestras familias”, agregó Claudia Portillo.