Blacksburg.- El virus que causa el covid-19, conocido como SARS-CoV-2, se propagó entre la vida silvestre de Virginia, según un estudio reciente realizado por investigadores de Virginia Tech.
Los científicos sugieren que las áreas densamente pobladas podrían ser el punto de origen de esta transmisión de humanos a animales.
Las infecciones por SARS-CoV-2 en la vida silvestre no son completamente nuevas, ya que previamente se habían identificado en ciervos de cola blanca y visones salvajes. Sin embargo, el equipo de Virginia Tech, liderado por la investigadora Carla Finkielstein, decidió investigar si el virus también se había propagado a la fauna común en los patios traseros.
Finkielstein, quien también dirige el Laboratorio de Diagnóstico Molecular de Virginia Tech, destacó la importancia de rastrear la propagación del virus.
“Cuanto más nos vacunemos y protejamos, mayores serán las posibilidades de que el virus intente encontrar un nuevo huésped”, explicó. “Al virus le es indiferente si su huésped camina sobre dos o cuatro patas: su objetivo principal es la supervivencia”.
En el estudio, los investigadores recolectaron 798 hisopos nasales y orales de animales capturados en el campo y posteriormente liberados, o de aquellos tratados en centros de rehabilitación de vida silvestre. Además, obtuvieron 126 muestras de sangre de seis especies distintas.
En uno de los hallazgos más destacados, identificaron a dos ratones en el mismo lugar con la misma variante del virus, sugiriendo una transmisión reciente ya sea de un humano infectado o entre los mismos ratones.
Aunque el mecanismo exacto de transmisión del virus de humanos a animales sigue siendo incierto, Finkielstein especula que la propagación podría estar relacionada con basura, restos de comida o aguas residuales contaminadas por humanos.
“Algo que los humanos infectamos, desechamos y luego los animales lo recogieron”, comentó.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que los animales puedan transmitir el covid-19 a los humanos, Finkielstein respondió: “No tenemos evidencia de lo contrario”.
La investigación continuará con el respaldo de una subvención de 5 millones de dólares del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. El objetivo es entender cómo la presencia del virus en la vida silvestre puede influir en el mantenimiento a largo plazo del covid-19 en la población humana.
“No deberíamos tener miedo de la vida silvestre ni de interactuar con ella”, concluyó Finkielstein. “Solo debemos tener cuidado de cómo lo hacemos”.
Con información de massinformacion.com.mx