La zona oeste de la ciudad de Chihuahua ha sido considerada como privilegiada. Sin embargo, en esta columna vamos a cuestionar esta situación y a realizar un llamado a la ciudadanía para tomar acciones prácticas que atiendan lo que creemos es una crisis socio-ambiental en el poniente de la capital.
El tráfico
Este problema no solo ocasiona estrés, sino también contaminación. Es una fuente de accidentes y un factor que no abona al aumento de la calidad de vida. En esta zona se construyeron muchos fraccionamientos sin una adecuada planeación urbana, por eso es necesario detener la urbanización para no saturar aún más las vialidades.
El bar en vía pública
En la avenida prolongación Francisco Villa hay una "zona de tolerancia" donde las autoridades permiten que cientos de personas consuman bebidas alcohólicas en plena vía pública, arrojando todo tipo de desperdicios, desde condones hasta animales muertos. Esto también contribuye al deterioro de la calidad de vida y promueve la pérdida de valores y del tejido social. Esta situación es una bomba de tiempo, ya que los bares legalmente establecidos de la ciudad suelen ser peligrosos, y uno irregular y al aire libre aún puede serlo más.
La destrucción ambiental
El desmonte de cerros y arroyos es uno de los grandes problemas de la ciudad, y en el poniente es más profundo. Se ha normalizado la construcción en zonas forestales al punto en que la gente vive sobre cauces de agua y en la ladera de las montañas, lo que contribuye a la pérdida de paisaje y de zonas de captación de agua, así como al desplazamiento de la fauna y la erosión del suelo. Todo esto es muy grave, ya que puede ocasionar incidentes de alto grado de peligro, como inundaciones o deslaves, y a largo y mediano plazo contribuyen a la escasez de agua.
Propuesta para la acción
Este viernes 2 de agosto realizaremos una marcha pacífica en la zona de "Valle Escondido" para exigir un alto a los fraccionamientos y la protección del Cerro del Caballo. Con esto, buscamos atender dos de los tres grandes problemas enumerados aquí. El tema de la cantina al aire libre parece no tener solución, pero igualmente es importante que la ciudadanía tomemos consciencia y nos unamos para impedir que el deterioro de la calidad de vida de la ciudad continúe.
Invitamos a toda la ciudadanía, a todos los partidos políticos, a todas las religiones, en fin, a todas las personas que estén dispuestas a mejorar como ciudad, a conservar los espacios que le dan agua y belleza a Chihuahua, y a buscar soluciones a los grandes problemas que no se van a resolver por arte de magia. Necesitan la acción de toda la sociedad para encontrar soluciones.