Pronto se realizará una consulta pública para conocer la opinión de la ciudadanía con respecto a la protección de una de las áreas naturales favoritas de la población, el Cerro del Caballo también conocido como Mesa Los Caballos, sitio ubicado al poniente de la ciudad, justo por donde pretenden construir el caprichoso "Poniente 5", pero ¿Qué tiene de importante este cerro? Veamos:
Hay que señalar que es uno de los últimos bosques de encino chihuahuense que quedan cerca de la ciudad capital, además de que es nacimiento de los principales afluentes del arroyo "La Cantera", importante cauce de agua que atraviesa la ciudad y que históricamente es responsable de numerosos incidentes de protección civil, como lo son las inundaciones repentinas, además de que es hogar de un hermoso ecosistema con venados, zorros, tlacuaches y más.
Este sitio se volvió el centro de una polémica social por el hecho de que cientos de personas nos manifestamos hace más de un mes para la clausura de un fraccionamiento que se encuentra impactando gravemente el paisaje y las condiciones geológicas, hidrológicas y ambientales de la zona, como lo admite la propia manifestación de impacto ambiental presentada al gobierno municipal para su autorización, la cual admite que se modificaran 3 cauces de agua y que se encontraron venados durante la realización del estudio.
Los detractores de la protección ambiental señalan, sin fundamento alguno, que no habrá espacio para las futuras generaciones, pero omiten mencionar algunos puntos importantes, como por ejemplo, que hay amplias zonas de la ciudad que no cuentan con condiciones de vivienda digna pese a ya estar urbanizadas, como el sur, el norte y el oriente, o que la mancha urbana se ha expandido 5 veces su tamaño en lo que la población lo ha hecho solamente 2, o que los fraccionamientos de plusvalía son solamente accesibles para los ricos y algunos sectores endeudados de la clase media.
Es decir, lo que se gana al destruir el cerro del Caballo es solamente un beneficio económico privado para una minoría, no es verdad que se urbanicen las áreas naturales para dotar vivienda a la clase trabajadora, que en su mayoría no es dueña de su propia casa y que nunca va a poder acceder a los precios exhorbitantes de los residenciales que aparecen sobre la destrucción de los cerros, en cambio, lo que se pierde es el agua, el aire y el equilibrio ecológico de las futuras generaciones, el paisaje que nos da calidad de vida y el espacio público para el deporte, las ciencias y las artes.
Como pueden ver, en el balance de pros y contras, no conviene el permitir la destrucción de este sitio y en cambio, promover el cuidado de esta y otras áreas naturales es una acción que en el corto, mediano y largo plazo otorga beneficios al conjunto de la ciudadanía y no a una minoría. Está en nuestras manos forjar el Chihuahua que queremos heredarle a las futuras generaciones, hago un llamado a que las familias reflexionen qué es lo que de verdad nos conviene como chihuahuenses y ejerzan su voto en la próxima consulta.