Las reflexiones post elecciones han sido ya varias, y en este momento algunos incluso han alzado la voz para celebrar victorias que, a todas luces, no reflejan la realidad. Es evidente que la oposición no logró cohesionarse, lo cual presenta un panorama alarmante para los próximos años.
Para cambiar, es importantísimo dar paso a una renovación en los liderazgos nacionales, especialmente dentro de Acción Nacional (PAN).
Pues, mientras el PRI continuará bajo el cuestionable liderazgo de Alejandro Cárdenas, quien hace unos días se reeligió a pesar de que sus escándalos y sobre todo su desconexión con lo que la ciudadanía demanda, y ahora sin el PRD que ha perdido su registro nacional, necesitamos abrir paro a lideres que genuinamente comprendan y representen los intereses de la población.
La reconstrucción de una opción política verdaderamente atractiva para México, no solo requiere la humildad que debería darnos la derrota, sino una visión de futuro clara, que priorice, sobre todo: la unidad interna y la transparencia (o al menos poquita altura política) en los proceso interno-partidarios.
Ahora si que “no está el horno para bollos” y en un contexto donde la división solo nos debilitaría como partido y socavaría la posibilidad de consolidarnos como una alternativa fuerte y viable en las elecciones locales de 2027 en Chihuahua, es fundamental evitar cualquier confrontación interna que pueda alienar a la ciudadanía.
Dentro de la trágica polarización que nos ha traído la transformación de cuarta y hay que decirlo: en un verdadero sentir de repudio social a los partidos políticos tradicionales, nadie puede darse el gusto de, a inicios de esta carrera, comenzar a dinamitar -por no decir cansar- a la ciudadanía y menos, a la militancia.
Corresponde por un bien mayor que todas y todos los actores políticos con intereses de aspirar, pongan de lado sus intereses personales y se enfoquen en la reconstrucción de un partido que históricamente ha sido reconocido por su capacidad de alternancia y buen gobierno.
Tenemos de frente un desafío muy retador, pero en él, la oportunidad de revitalizar y fortalecer al PAN. Estoy seguro que está a nuestro alcance si actuamos en unidad, con determinación y sobre todo: con altura de miras. Es tiempo de trabajar por una propuesta política renovada que responda a las necesidades y aspiraciones de los mexicanos. Solo así.
Lic. Mario Sías Aguilera