El Ejército de Israel volvió a invadir ciudad de Gaza, el norte de la Franja, tras ordenar a los residentes de los distintos barrios de la localidad evacuar hacia Deir al Balah (centro); mientras tanto las tropas israelíes prosiguen con su ofensiva en Rafah, en el extremo meridional del enclave.
Varias áreas residenciales figuran entre las zonas que se vieron afectadas por las órdenes de evacuación, debido a que en noviembre y diciembre del año pasado quedaron destruidas durante los ataques israelíes, sin embargo los residentes habían regresado a ellas tras el desplazamiento de los combates hacia el sur del territorio.
A la par de la situación, una nueva incursión militar del Ejército israelí se encuentra en ejecución, esta vez en los barrios del sur y el oeste de la localidad, mientras continúa desde hace más de diez días una intensa operación en Shujaiya, antiguo bastión de Hamás en el sureste de la capital a donde sus efectivos han retornado.
Las fuerzas israelíes aseguraron este lunes en un comunicado que en la zona han localizado un cuartel general de Hamás repartido por varias escuelas y una clínica, que fueron "reconvertidas de su uso civil a usos terroristas".
En las instalaciones encontraron decenas de armas, como morteros, ametralladoras o granadas, y una planta de fabricación de armamento. También localizaron documentos de inteligencia escondidos entre uniformes y equipos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), aseguró el Ejército.
Trasladarse a Deir al Balah
Israel pidió a la población de los barrios evacuados de la ciudad de Gaza que se traslade a la "zona humanitaria" de la localidad de Deir al Balah, donde el fin de semana llevó a cabo fuertes ataques.
En un comunicado, el grupo islamista Hamás condenó las evacuaciones forzosas de civiles, que calificó como "la continuación de una guerra de exterminio contra nuestro pueblo palestino durante más de nueve meses".
También insistió en que continuará luchando contra las fuerzas israelíes, y reiteró su llamamiento a la ONU y a la comunidad internacional a presionar para poner fin a la guerra en Gaza, que ya se ha cobrado la vida de 38.193 personas, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
En el sur, las fuerzas armadas israelíes mantienen después de más de dos meses su ofensiva contra la meridional Rafah, donde al menos una mujer murió y tres de sus hijos resultaron heridos en un bombardeo contra una vivienda en la zona de Musabah, en el norte de la ciudad.
"En el último día, las tropas del Ejército y las fuerzas aéreas operaron para eliminar a más de 30 terroristas que suponían una amenaza" para las tropas, indicó un comunicado castrense.
La entrada de las fuerzas israelíes en la ciudad, donde se refugiaban más de un millón de palestinos desplazados, ha complicado aún más la distribución de ayuda humanitaria en el devastado enclave palestino tras el cierre del paso fronterizo hacia Egipto, que permanece clausurado desde principios de mayo.
Alto el fuego
Mientras, continúan los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de alto el fuego que permita realizar un intercambio de los rehenes israelíes en Gaza por presos palestinos en cárceles israelíes.
Anoche, el jefe de la agencia israelí de seguridad interna -Shin Bet-, Ronen Bar, viajó a El Cairo para participar en las negociaciones indirectas con Hamás para lograr un alto el fuego que permita llevar a cabo un intercambio de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos.
Según el medio israelí Walla, Bar participará en conversaciones sobre los nombres de los prisioneros palestinos que serían liberados en caso de darse un acuerdo, así como sobre el control en un futuro del paso fronterizo de Rafah hacia Egipto.
El Cairo acogerá en los próximos días delegaciones de Estados Unidos e Israel para abordar los "puntos pendientes" sobre un posible alto el fuego en la Franja.
Si bien las partes en conflicto ven de forma positiva la última ronda de negociaciones, insisten en las que vienen siendo sus líneas rojas desde hace meses: para Hamás, alcanzar el fin definitivo de la guerra en Gaza, y para Israel, acabar con el control de Hamás sobre el enclave, además de rescatar a todos los rehenes.
Con información de Informador.mx