Este fin de semana celebramos a los hombres que nos concedieron el privilegio de la vida, sin ellos no estaríamos aquí, estén o no presentes, la mitad de lo que somos o no somos se debe a ellos.
La figura paterna es elemental en el desarrollo de los hijos, el padre aporta identidad, autoestima, independencia, seguridad, papá marca destino
Papá también se devela, también se esfuerza, papá también educa y corrige, papá también da ejemplo, papá también renuncia a sus sueños por sacar adelante a sus hijos y también aguanta trabajos que no lo hacen feliz por soportar un hogar.
Papá también tiene temor a que los hijos se desvíen del camino y papá también quiere lo mejor para ellos.
Papá tiene derechos, aunque muchas veces solo le recordemos sus obligaciones.
Papá también abraza y besa, y esos brazos son los más poderosos y fuertes del mundo.
Papá también sintió miedo cuando tomo por primera vez a bebé en brazos, y sintió que se moría de impotencia cuando no le bajaba la fiebre.
Papá lloró por dentro cuando no pudo traer a casa el dinero suficiente mientras encontró reclamos inconscientes en la entrada.
A papá también le dolió perderse el festival de danza o aquel torneo de futbol donde aquel pedazo de su ser anotó su primer gol.
Papá también se desveló tratando de resolver aquel problema que afectaría a todos si no lo hacía pronto, y en más de una ocasión dejó de comprarse lo que quería por comprarte a ti lo que querías.
Papá también deja huella, papá también hace falta, el consejo de papá es necesario, la presencia de papá es elemental.
Gracias papá por ser, por darnos la vida, por tus esfuerzos para darnos mejor es oportunidades en nuestro crecer, gracias papá por el tiempo de juegos y conversaciones, por los abrazos en donde nos haces sentir seguros y por los caminos duros que nos evitaste recorrer.
Dios bendiga a todos los papás en su día.
Feliz día del padre, porque ser papá, importa, e importa mucho.
Vamos México, eres el águila que devora serpientes.
Lic. Ruth Sánchez Hernández