La doctora Claudia Sheinbaum se ha convertido en la primera mujer presidenta de México, un hito histórico en la política. Sin embargo, la realidad que enfrenta es menos romántica, puesto que está llena de desafíos que arrastrará de la actual administración.
Con una trayectoria como científica y política de izquierda, Sheinbaum asume el poder con la responsabilidad de abordar problemas estructurales que han frenado el desarrollo de México.
Retos en Seguridad
Uno de los desafíos más urgentes para Sheinbaum es la lucha contra la violencia y el crimen organizado. La política de "abrazos no balazos" de la administración de Andrés Manuel López Obrador ha sido ampliamente criticada. No siendo para menos pues México sufre un promedio de 80 asesinatos diarios, con grupos criminales controlando territorios y coludidos con autoridades. Durante el gobierno de AMLO, casi 190,000 personas han perdido la vida debido a la violencia y más de 100,000 están desaparecidas.
Sheinbaum necesita cambiar de manera radical el enfoque en el combate al crimen organizado. Reducir la violencia debe ser una de sus principales prioridades.
Reactivación del Crecimiento Económico
El crecimiento económico durante la administración de su predecesor fue mediocre, con un promedio anual del 1.1% y el ingreso per cápita en 2024 igual al de hace seis años. Para mejorar, Sheinbaum debe crear un entorno favorable para los negocios, simplificar trámites burocráticos y fomentar la innovación y la tecnología. La colaboración con el sector privado será crucial para dinamizar la economía y generar empleos bien remunerados.
El nearshoring, o la transferencia de cadenas de suministro a países más cercanos, presenta una oportunidad significativa para México, atrayendo inversiones importantes.
Migración
El tema de la migración afecta principalmente a los estados fronterizos como Chihuahua. México debe procurar un trato humanitario para los migrantes que buscan mejorar su calidad de vida. Es necesario ejecutar presupuestos eficientes y desarrollar programas que realmente atiendan las necesidades de este tema crucial, sin nunca dejar de lado que se trata de un tema de carácter humanitario.
Independencia Judicial
La reforma al Poder Judicial es un tema que seguirá resonando en los pasillos de Palacio Nacional. Esta semana, Sheinbaum comentó sobre la importancia de conocer la opinión de la ciudadanía respecto a esta reforma. Ya se reunió con Mario Delgado, presidente nacional de Morena, para discutir cómo llevar a cabo las encuestas y cuáles serían las preguntas incluidas, sobre como es la precepción del poder judicial, y la elección de los magistrados, y es que esto no debe incluir ningún sesgo que afecte la independencia del poder judicial.
Es esencial entender que la reforma al Poder Judicial debe buscar su perfeccionamiento y mejora, no su debilitamiento. Nadie niega que se pueda mejorar, y tan cierto es que la Suprema Corte de Justicia está dispuesta al diálogo sobre la reforma. Se debe buscar una reforma que fortalezca a los agentes de la impartición de justicia, abordando temas cruciales para su funcionamiento y eficiencia.
Aún y bajo todo lo comentado en esta columna lo primordial debe ser garantizar que el poder del titular del Ejecutivo sea unipersonal, como lo marca nuestro máximo ordenamiento. Es esencial que esta autoridad no se vea fragmentada o ejercida por otras personas que interfieran en la toma de decisiones sobre las políticas públicas en el país.