El mexicano Julio Frenk, quien se desempeñaba como presidente de la Universidad de Miami, ha sido elegido nuevo rector de la Universidad de California Los Ángeles, uno de los centros universitarios públicos más importantes de Estados Unidos. La noticia ha sido confirmada esta mañana. Frenk, un médico cirujano con una larga trayectoria como investigador de salud pública, es el primer latino que ocupa el cargo. El nuevo rector fue elegido de forma unánime por los administradores después de siete meses de búsqueda entre varios perfiles para el cargo que deja Gene Block tras 17 años.
Frenk, de 70 años, se convertirá el 1 de enero de 2025 en el séptimo rector de UCLA. “Regresar al sector público a liderar una de las universidades más prestigiosas en investigación, que incluye uno de los diez sistemas académicos de sanidad más grandes del mundo, es para mí un honor y una gran oportunidad”, ha señalado en un comunicado emitido por la Universidad de California. Frenk indica que con la tarea extiende su “compromiso con el servicio público” y lo pone al servicio de la comunidad de la ciudad angelina, la que más mexicanos tiene después de Ciudad de México.
La Universidad de California subraya en su comunicado que Frenk es ciudadano estadounidense. Estudió Medicina en la Universidad Autónoma de México y después realizó estudios de posgrado en Sociología y Salud Pública en Michigan, Estados Unidos. Desde 2015 ha servido como presidente de la Universidad de Miami, un centro privado con 17.000 estudiantes. Allí reforzó el papel de la Escuela Miller de Medicina y se aseguró la viabilidad a futuro de la organización mediante una campaña de recaudación que promete ingresar 2.500 millones de dólares al centro durante el próximo siglo. La meta está más cerca de lo que parece. Se han reunido ya 1.600 millones gracias a 120.000 donantes en los primeros seis años de Frenk en Florida.
Antes, en 2008, sirvió como decano de la escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard. Fue ahí donde Frenk mostró capacidad en la recaudación de fondos, una de las fortalezas que debe mostrar cualquiera que aspire a puestos de responsabilidad en instituciones estadounidenses. La escuela de Harvard cambió de nombre durante la era de Frenk gracias a sus benefactores, los hermanos Ronnie y Gerald Chan, dos exitosos desarrolladores de Hong Kong en el grupo inmobiliario Hang Lung. Estos donaron 350 millones de dólares, el mayor donativo registrado hasta la fecha, para que el centro llevara el nombre de su padre.
A partir del próximo año, Frenk deberá supervisar un complejo campus que da servicio a 48.000 alumnos y tiene un cuerpo académico de 5.400 profesores repartidos en 12 escuelas especializadas. UCLA forma parte del vasto sistema de la UC, conformado por diez campus repartidos por todo el Estado y que proveen educación a 280.000 estudiantes.
El anuncio del relevo en la rectoría se da en momentos de tensión entre Gene Block y el cuerpo estudiantil. Las partes están enfrentadas después de la decisión de las autoridades universitarias de levantar, con ayuda de la policía, un campamento propalestino que rechazaba la ofensiva israelí en la franja de Gaza. La represión de la manifestación pacífica se dio primero en UCLA. Desde entonces, ha sido la respuesta que han seguido otras escuelas de la UC para ahogar reclamos similares.
Frenk es consciente de varios de los retos que enfrenta. “Es un momento vital para la educación superior. La confianza en las instituciones se ha erosionado en general, así que creo que nuestro mayor reto es reafirmar nuestro valor ante la sociedad”, ha señalado. Block estará en funciones hasta el próximo 31 de julio. Darnell Hunt, el vicerrector, se hará cargo de la universidad de forma interina hasta que Frenk tome la estafeta el próximo año.
Antes de dar el salto a Estados Unidos, Frenk tuvo una larga carrera en la política mexicana. Formó parte del equipo de transición de Vicente Fox, el primer candidato que derrotó democráticamente al sistema hegemónico del PRI, el partido en el que Frenk había militado desde 1985. El primer presidente del PAN lo nombró secretario de Salud, una responsabilidad de seis años que lo hizo abandonar su cargo en la Organización Mundial de la Salud como encargado de investigación en políticas sanitarias.
Como funcionario público, Frenk se encargó de transformar el sistema público de salud. Lanzó el Seguro Popular, un ambicioso programa que dio cobertura universal a 55 millones de personas de bajos recursos. Este se convirtió en la base de la política sanitaria en el país a lo largo de gobiernos de distintos partidos hasta que Andrés Manuel López Obrador lo eliminó en 2019 para darle paso al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).
Más recientemente, formó parte de un grupo de expertos independientes que analizó la respuesta del Gobierno mexicano a la epidemia de coronavirus. Esta comisión aseguró en sus conclusiones que en el país hubo 808.619 muertes atribuibles al virus y a la desatención de otros padecimientos provocados por la saturación del sistema sanitario. Esto significó que 6,4 mexicanos de cada 1.000 fallecieron en la emergencia sanitaria entre 2020 y 2023. La cifra revelada era superior a las 333.000 defunciones comunicadas por el sistema de vigilancia de la Secretaría de Salud.
Con información de El País.