El gobierno del presidente argentino, Javier Milei, eliminó la subsecretaría a la que había quedado reducido el antiguo Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades, una medida que, según dijo, busca reducir el tamaño del Estado y sacar de escena a los "organismos politizados" y que ha generado el repudio del combativo colectivo feminista de su país.
En un comunicado titulado "Se concretó el cierre del ex Ministerio de la Mujer", el gobierno del dirigente ultraliberal y de extrema derecha, argumentó que la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género fue utilizada "para propagar e imponer una agenda ideológica, contratar militantes, y organizar charlas y eventos".
"Ninguna de sus acciones concluyó en la baja del índice del delito. Por el contrario, el pueblo argentino fue testigo de su sesgo ideológico en la defensa discriminatoria de las víctimas", aseveró el comunicado difundido este jueves por la noche, por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su cuenta de X, antes Twitter.
Según el oficialismo, una auditoría detectó que en dicha subsecretaría, existía una superposición de funciones con distintas agencias gubernamentales, que se dedican a la misma tarea, lo que implicaba gastos para mantener edificios y más de 800 empleados "que al Estado argentino no le sobra".
El comunicado acotó que se resolvió el cierre definitivo de la dependencia, tras recordar que en diciembre, pocos días después de asumir el cargo, Milei decidió que el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades creado durante la administración del peronista Alberto Fernández (2019-2023) con el principal objetivo de combatir la violencia por razones de género, se transformara en una subsecretaría "mientras se completaba su cierre" y que esa última pasó luego a la órbita del Ministerio de Justicia.
Militantes feministas afirmaron que la medida de Milei —quien lleva a cabo una fuerte reducción del gasto público en el marco de sus políticas de ajuste—, supone la erradicación de la única área institucional del Estado para prevenir y combatir la violencia de género, que hoy se cobra la vida de una mujer en el país cada 35 horas.
Apuntaron que se concretó tres días después de una nueva marcha en Buenos Aires, en conmemoración del nacimiento el 3 de junio de 2015 del movimiento feminista "Ni una menos" en contra de la violencia machista, que fue pionero en América Latina.
Milei ha realizado declaraciones públicas cuestionando el feminismo, y rechaza las políticas de igualdad y no discriminación. Los colectivos feministas y LGTBI+ ven en los pronunciamientos y medidas de su gobierno un retroceso en los derechos que tardaron décadas en conquistar.
"Exigimos que el Estado cumpla con su deber de garantizar los derechos humanos de mujeres, niñas, niños y LGBTIQA+, porque nos siguen matando", dijo la Casa del Encuentro, que en 2009 creó el "Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano" y se aboca a "defender los derechos de mujeres, niñas, niños y otras personas que se encuentren en situaciones de violencia sexista".
Ese y otras organizaciones, advirtieron que la medida tomada también implica el desconocimiento del compromiso internacional en la materia asumido, a través de la ratificación de los distintos tratados y convenciones.
Con información de Informador.mx