CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Instituto Nacional Electoral (INE) fue el teatro de un enfrentamiento entre los bloques opositor y oficialista, que marca el tono de la lucha poselectoral: los representantes de la oposición, especialmente del PAN, denunciaron una “elección de Estado” y algunos pusieron en duda los resultados de la contienda –muy desfavorables para ellos –, mientras que los de Morena, PT y PVEM se mofaron de un intento “patético” o “ridículo” de sembrar la idea de un fraude electoral.
Los representantes se lanzaron críticas en la sesión del Consejo General del INE, que marcó el arranque de los cómputos distritales, que darán los resultados definitivos de las elecciones.
En esta fase, el INE volverá a contar el 67.33% de los paquetes electorales para la presidencia de la República, y el 70% de los relacionados con las diputaciones y senadurías.
En línea con la estrategia de la oposición de impugnar los resultados de las elecciones, Victor Hugo Sondón Saavedra, el representante del PAN ante el INE, afirmó que cuenta con “evidencia” de irregularidades en 23 mil 780 casillas, consistentes en actas que “no reportan la votación obtenida por la candidata de nuestra coalición, Xóchitl Gálvez Ruiz”.
Con esto, el panista alimentó la campaña de la oposición en medios de comunicación y en redes sociales, consistente en desconocer los resultados y alegar un fraude electoral. Esta estrategia arrancó el pasado lunes 3, cuando Gálvez y Marko Cortés Mendoza, presidente nacional del PAN, anunciaron que impugnarían la elección.
“Es patético su discurso, 30% de diferencia y siguen regateando, y no son capaces de hacer el más mínimo autocrítico ejercicio”, le reviró Gerardo Fernández Noroña, el representante del PT ante el INE.
El político, quien visiblemente disfrutó humillar a la oposición, asestó comentarios asesinos a sus rivales, ya sea cuando preguntó por qué “quieren alargar su agonía”, o cuando recomendó al PRD “buscar en los escombros” porque “algo les debe quedar”.
Y, con un dejo de condescendencia, propinó sus “consejos” a la oposición, a la que invitó a “repensarse” y a “replantearse”, porque “necesitamos una oposición dura, seria, consolidada, consistente”.
Como de costumbre en el INE, el diputado de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, tomó la palabra después de Fernández Noroña, y siguió la misma retórica: calificó de “ridículos y mil veces ridículos” a los integrantes de la oposición, a los que también recomendó recapacitar “por el bien de México”; minutos más tarde, el también morenista Hamlet García Almaguer se mofó de que “los partidos que eran grandes, el PRI y el PAN, ahora son minúsculos”.
En respuesta a esta embestida del bloque oficialista, el priista Emilio Suárez Licona deploró la manera de “expresarse así de las minorías” y, aunque fue menos vehemente que el representante del PAN en cuanto a la impugnación de los resultados, recalcó que su partido buscará “esclarecer de manera exhaustiva y puntual las miles de irregularidades detectadas en las actas de escrutinio y cómputo”.
Emilio Álvarez-Icaza, quien representa al PRD ante el INE, también adoptó un discurso más matizado que el representante del PAN, pues reconoció que no tiene “elementos para decir que hubo fraude”, ni que es “de las personas que pueda decir que hubo una manipulación indebida”. Sin embargo, señaló que “reconocer una derrota no es sinónimo de ignorar abusos, ilegalidades, inconsistencias, o desavenencias”.
Tras recalcar que algunos ciudadanos han señalado inconsistencias en el registro de las actas, el senador aseveró: “Que esto vaya a diferenciar la elección presidencial, honestamente, personalmente no lo creo, yo no creo que el resultado vaya a cambiar, y eso hay que así decirlo”.
Guillermo Octavio Huerta Ling, otro representante del PAN ante el INE, subrayó que, más que desconocer los resultados del pasado 2 de junio, las impugnaciones de su partido contra el proceso electoral se inclinarán más las “condiciones de inequidad” de la contienda, por la participación del presidente López Obrador o el “uso de recursos públicos” a favor de Morena.
“Hoy nosotros, con nuestro derecho, vamos a impugnar”, insistió el perredista Ángel Clemente Ávila Romero, y agregó: “¿Y qué vamos a impugnar? Pues evidentemente todas las faltas graves que se cometieron, el que no se hayan respetado las 52 resoluciones de la Sala Superior del Tribunal, contra el Presidente de la República López Obrador, la intervención de los gobernadores, es decir, hay cosas que impugnar”.
Si bien los consejeros del INE se mantuvieron, de manera general, al margen de los embates, el consejero Uuc-kib Espadas Ancona se lanzó contra las “personas que estando equivocadas creen que hubo fraude”, a cuyas acusaciones calificó de “afirmaciones evidentemente falaces de mala fe”, pero también regañó a Fernández Noroña, a quien reprochó celebrar el triunfo como “avasallador”, pues le recordó que 23 millones de personas no votaron por la mayoría, “que no son una minoría ínfima, y aunque lo fueran, no deberían ser avasallados”.
En el mismo tono, el consejero Jaime Rivera Velásquez invitó los partidos a aceptar los resultados con “espíritu democrático”. “Los que pierden deben aceptar la derrota, sin declinar su derecho a impugnar”, dijo, y agregó que los vencedores deben “asumir la victoria, pero sin avasallar a las minorías”, pues comentó que “el mandato de mayoría no debe significar el avasallamiento de las minorías y mucho menos su exorcismo o su negación”.
Con información de Proceso.