En otras ocasiones he emitido duras críticas contra los gobiernos progresistas, señalando que no han progresado en nada que no sea la destrucción del tejido socio-ambiental para favorecer la acumulación de capital y el control político-militar sobre las poblaciones y territorios. En esta ocasión realizaré una crítica a los sectores conservadores.
Para responder la pregunta que da título al presente ensayo diré simplemente: Nada. A diferencia de lo que dice el papá de Gokú (Podría usar referencias filosóficas pero además creo que el nivel del discurso partidista no está a la altura de referencias a Walter Benjamin, Herbert Marcuse u otros) "Siempre estoy peleando en el campo de batalla y por una vez en la vida me gustaría preservar algo."
Y bien, ¿dónde está ese algo que han preservado? ¿Acaso son los derechos democráticos y liberales del Estado de Derecho clásico? Porque uno de esos derechos es la libre manifestación de ideas, y cuando hay un sector que no comulga con la derecha conservadora es inmediatamente tachado de "porros," "infiltrados" y "partidistas." Para que sepan, la democracia es para todos, no nomás para sus amigos. De otra forma, no es democracia sino autoritarismo.
¿Han conservado los conservadores el equilibrio ecológico, las áreas naturales, la biodiversidad nativa? En Chihuahua, bastión de la derecha a nivel nacional, vemos con preocupación la acelerada destrucción de los cerros en la ciudad capital, la desaparición de los bosques en la Sierra Madre, el saqueo de los recursos hídricos de presas y pozos en toda la cuenca del Conchos, para alimentar el monstruo del monocultivo. Ya sea nogal, forraje o algodón, el agua es despilfarrada por una minoría "conservadora" con el fin de acumular más y más capital sin que esto se traduzca en una mejor calidad de vida para las mayorías.
Todavía tienen el descaro de querer tomar de influencia al filósofo Karl Popper en su defensa de la sociedad abierta, sin percatarse de que en su famosa paradoja: "la sociedad de la tolerancia no puede tolerar a los intolerantes," el lugar que ocupa la derecha conservadora es cada vez más parecido al de "los intolerantes," con sus discursos racistas, clasistas, homofóbicos y demás prejuicios que se refuerzan de manera violenta y con discriminación.
Gokú nos enseñó otras cosas: En la película de Turles usa el deseo de las esferas del dragón para restaurar un bosque de los daños de un incendio forestal. En el caso de la aldea de Nam, luego de que Gokú lo derrota en un torneo de artes marciales, este procede a realizar obras para dotar de agua a la tribu desértica. En la pelea contra el demonio Cell, él se sacrifica para salvar a la tierra mientras otro se lleva el crédito, pero esto jamás la importa, pues el fin de defender a la humanidad fue cumplido.
Pero no dejemos que el legado de un gran "mangaka" como fue Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, caiga en las garras de los políticos. Es la gente y las familias de la clase trabajadora, esas que crecimos viendo a Gokú, esas que no discriminan a otros por su orientación sexual y que saben que es mentira que el pobre sea pobre porque quiera, las que han sabido conservar importantes elementos para la comunidad: Los cuidados colectivos, el amor incondicional, el respeto por la dignidad de las personas.
Por el contrario, los políticos conservadores despreciarían a su propio hijo solo por ser Gay, aprobarían la destrucción de los cerros por dinero, contratarían criminales como el genocida zionista Netanyahu, (Jefe de gobierno de Israel, Actualmente buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra en Palestina) o García Luna para lucrar con la violencia y cosas mucho peores. Para más información de la derecha conservadora pueden revisar los archivos históricos de las dictaduras en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y otros países en los que los conservadores no conservaron nada y por el contrario vendieron la patria ganándose así su apodo (vendepatrias).
Y ya para concluir, aclaro que yo no voy a votar por poderes ejecutivos, voy a anular mi voto escribiendo en la boleta "Salvemos los Cerros de Chihuahua", ya que yo soy un verdadero conservador como el papá de Gokú, y quiero conservar nuestro territorio, para que las futuras generaciones tengan agua y vida, y así puedan gozar de sus derechos fundamentales, sean gays o heterosexuales, de derecha o de izquierda, pobres o ricos, todos merecemos dignidad, aunque las opciones partidistas no incluyan siempre esta propuesta.