Las candidatas y el candidato a la Presidencia han hecho propuestas en materia de pensiones que, a decir de especialistas, carecen de profundidad y no atienden los problemas de fondo que tiene el sistema pensionario, además de que en algunos casos son financieramente inviables.
Entre las propuestas que han hecho los candidatos están ampliar el acceso a la Pensión Universal de los Adultos Mayores, revisar, nuevamente, las comisiones que cobran las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y aumentar las aportaciones que hace el gobierno federal a las cuentas de los trabajadores.
Igualmente, se ha hablado de fortalecer e incluso de echar para atrás el recientemente aprobado Fondo de Pensiones para el Bienestar que está en proceso de constituirse.
“Suenan a ocurrencias de corto plazo y no soluciones de mediano y largo plazos”, criticó Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro.
Ramírez señaló que las propuestas deberían de tocar temas más de fondo como la baja cobertura que hay por la informalidad, el gran gasto en las pensiones de la generación de transición (quienes aún se retiran bajo la Ley del 73), así como las pensiones generosas que se otorgan en empresas del Estado como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
Rolando Silva, vicepresidente fiscal en el Colegio de Contadores Público de México, coincidió en que lo que han propuesto los candidatos son “parches” para un problema de fondo que necesita de soluciones integrales.
Silva dijo que en su gremio lo que les gustaría escuchar es una propuesta para crear un Instituto Nacional de Pensiones autónomo, ajeno a intereses políticos y que tome decisiones con un enfoque actuarial, o que se inicie una discusión sobre la necesidad de aumentar la edad para poder jubilarse ante una mayor esperanza de vida.
Igualmente dijo que otra propuesta deseable es que se cree un fondo de universal para todas las personas desde su nacimiento (con un monto inicial de 10,000-15,000 pesos) y cuyos recursos se les entregue a las personas cuando cumplan 65 años, esto para que nadie llegue a la vejez con las manos vacías.
“El problema de las reformas a las pensiones es que son muy costosas políticamente y muy dolorosas socialmente, además de que sus beneficios tardan años en verse reflejados”, indicó el integrante del Colegio de Contadores.
Por su parte, Moisés Pérez Peñaloza, director de retiro para América Latina en AON, afirmó que no ve gran profundidad en las propuestas de los candidatos ni tampoco que se plantee algún cambio de fondo.
“Bajar comisiones o subir las aportaciones no resuelve el problema de fondo, el cual es la falta de educación financiera para que la gente ahorre y sepa planificar su retiro desde la infancia”, declaró Pérez Peñaloza.
La candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, propone:
Ampliar el acceso a la Pensión Universal de los Adultos Mayores para que todos las personas la comiencen a recibir desde los 60 años; revisar las comisiones que cobran las Afores para que sean sobre las ganancias que generen y no sobre los saldos totales en las cuentas; flexibilizar e incentivar el ahorro voluntario, permitiendo que se puedan comprar semanas cotizadas, incrementar la cuota de aportación del gobierno a las cuentas de retiro de los trabajadores. Asimismo plantea que revertirá el Fondo de Pensiones para el Bienestar.
La candidata de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, propone:
Ampliar el acceso a la Pensión Universal de Adultos Mayores para otorgar la mitad de ese apoyo a mujeres de 60 a 64 años. Actualmente se otorga a partir de 65 años; fortalecer al Fondo de Pensiones para el Bienestar, en proceso de ser constituido; revisar las comisiones que cobran las Afores y hacer más fácil el traspaso de Afore.
El candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, plantea reformar todo el sistema pensionario con una visión de “justicia intergeneracional” para quitarle a los jóvenes la carga de tener que financiar las pensiones de las generaciones mayores.
Carlos Ramírez aseveró que si bien “suena muy bonito” y sería lo ideal el tema de la justicia intergeneracional, eso implicaría quitarle privilegios a un segmento de la población, lo que políticamente es muy complicado.
Con información de El Economista.