El ISSSTE, dio a conocer que hasta un 70% de las personas que acuden a consulta presentan algún nivel de insuficiencia venosa crónica (IVC) provocada por sedentarismo y alimentación inadecuada, condición que de no atenderse de forma temprana puede afectar severamente la calidad de vida.
Ante ello, el instituto, contempla brindar información al respecto a través de la Semana de la Vena, para dar a conocer la importancia de la higiene venosa, y así, prevenir complicaciones en la circulación de la sangre.
Al respecto, el servicio de cirugía vascular del Hospital General (HG) Tacuba indicó que la IVC se caracteriza por una limitación de las venas de los músculos de las pantorrillas para impulsar la sangre que circula por el cuerpo; esto genera lesiones en las piernas que causan síntomas como: dolor, pesadez, ardor, cansancio de las extremidades y complicaciones para caminar distancias largas (claudicación venosa).
Esta condición no debe subestimarse, ya que puede evolucionar y generar úlceras o propiciar la aparición de coágulos (trombos) que pueden migrar al pulmón y limitar la respiración, así como poner en riesgo la vida, por lo que, se debe considerar que pese a tener pocos síntomas, puede haberse desarrollado un estado grave.
En cuanto a la prevalencia, se mencionó que las más afectadas son las mujeres, pero también se llega a presentar en población joven por hábitos que deterioran la salud de las venas.
En una condición leve, la insuficiencia venosa puede manifestarse con inflamación en los vasos sanguíneos (pequeñas arañitas); pero, cuando se desarrolla un grado medio, se genera un cambio degenerativo en las piernas como coloración rojiza en la piel, inflamación y sensación de calor en las pantorrillas. En el estado avanzado se producen úlceras causadas por el endurecimiento de los tejidos y la consistencia de la grasa, lo que provoca gran dolor que puede llegar a ser discapacitante. Este padecimiento requiere tratamiento integral, ya que además del malestar físico, se potencializan afecciones psicológicas, ya que limita limitarse las actividades diarias con impacto en la calidad de vida.
A través de un ultrasonido Doppler se diagnosticar efectivamente insuficiencia venosa, ya que permite el mapeo venoso para identificar las incompetencias de las válvulas y evaluar si requiere cirugía y de qué tipo.
En cuanto a un procedimiento quirúrgico se pueden hacer cirugías abiertas o de mínima invasión y, en caso de trombosis venosa crónica, se pueden retirar los coágulos para reconstruir el sistema circulatorio y mejorar el drenaje venoso de las piernas.
Con información de crónica.com