Reuters.- Los periódicos sensacionalistas británicos de Rupert Murdoch pusieron micrófonos ocultos en los teléfonos fijos del príncipe Harry y accedieron a los mensajes del bíper de su difunta madre, la princesa Diana, dijo el jueves el equipo jurídico de la realeza británica ante el Tribunal Superior de Londres.
Harry, el hijo menor del rey Carlos y la fallecida princesa Diana, y más de 40 personas demandan a News Group Newspapers (NGN) por acusaciones de actividades ilegales de periodistas e investigadores privados de sus periódicos sensacionalistas, el Sun y el desaparecido News of the World, desde mediados de la década de 1990 hasta 2016.
En una sentencia dictada en julio, el juez Timothy Fancourt dijo que Enrique podía llevar a juicio sus acusaciones de recopilación ilegal de información, pero que sus quejas por el pirateo de teléfonos celulares durante décadas fueron desestimadas por haberse presentado demasiado tarde.
En una vista celebrada el jueves en el Tribunal Superior, los abogados de Enrique intentaron modificar su demanda a la luz de esa sentencia y añadir otras alegaciones nuevas.
Entre ellas se incluyen nuevas afirmaciones de que el Sun ordenó a investigadores privados apuntar a su entonces novia y ahora esposa Meghan en 2016, y acusaciones de escuchas generalizadas de sus llamadas.
“El demandante también presenta una demanda y solicita reparación en relación con la interceptación de llamadas de teléfonos fijos, la interceptación de llamadas de teléfonos inalámbricos y llamadas de móviles analógicos, y la interceptación de mensajes de voz de teléfonos fijos, a diferencia de la piratería telefónica”, dijeron sus abogados en los documentos judiciales.
La demanda también incluye alegaciones relativas a Diana, que “estaba bajo estrecha vigilancia y sus llamadas estaban siendo interceptadas ilegalmente por (NGN), lo que era conocido por sus editores y altos ejecutivos”.
NGN se opone a la adición de lo que denomina un “enorme número de nuevas acusaciones” por numerosas razones, entre ellas que se presentaron demasiado tarde, carecían de pruebas y se referían a denuncias de pirateo telefónico que ya habían sido desestimadas.
Con información de Latinus