México comparte con Estados Unidos 650 kilómetros de historia desde mediados del siglo XVI, ya que los estados de Texas y Nuevo México son parte del Camino Real de Tierra Adentro, traza que llegaba a Ciudad de México y que los españoles y viajeros recorrieron en un inicio para la minería, después surgieron diversas expresiones culturales. Hoy, algunas autoridades estadunidenses buscan que ese tramo se sume a la declaratoria que la UNESCO reconoció en México hace 14 años.
En noviembre pasado, Michael Romero Taylor, gestor cultural y jubilado del Servicio de Parques Nacionales (NPS) de Estados Unidos, indicó que existe la propuesta de que el expediente Camino Real de Tierra Adentro tenga una añadidura y se convierta en una ruta de conservación binacional.
De acuerdo con el gestor, se reforzaría la conservación de más de 40 sitios históricos de Estados Unidos, por ejemplo, la arquitectura de tierra, los centros históricos de San Elizario y Socorro del Sur, en Texas; el Palacio de los Gobernadores, en Santa Fe; además del patrimonio natural como el cielo nocturno y los paisajes del desierto.
“La ampliación de esta ruta hacia los estados Texas y Nuevo México que no se encuentran dentro de este itinerario reconocido por la UNESCO responde a una voluntad e interés de las instituciones y poblaciones que conforman el resto de Camino Real de Tierra Adentro”, señala en entrevista José Luis Perea González, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El investigador explica que esta ruta fue una de las más largas e importantes de la América colonial. Funcionó del siglo XVI al XIX, conectaba a la Ciudad de México con Santa Fe, Nuevo México. Esta ruta la conformaban más de 2 mil kilómetros de extensión.
“Por sí misma nos genera un legado muy amplio y vasto de patrimonio cultural que compartimos con Estados Unidos a través de archivos, obras de arte sacro, obras civiles, administraciones y edificaciones públicas, presidios, misiones y haciendas mineras, agrícolas y ganaderas; pero también una gran riqueza de lo que representan las tradiciones de patrimonio vivo: música, danza, fiestas, artesanías, tradiciones orales y testimonios”, indica.
El expediente que fue presentado por México y reconocido ante la UNESCO en 2010 abarca 60 sitios que van desde el Centro Histórico de la Ciudad de México hasta Valle Allende, al sur de Chihuahua.
¿Qué estados atraviesa el Camino Real?
Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Zacatecas, Durango y Chihuahua.
“Vemos en el INAH con mucho agrado e interés las expresiones que se han dado recientemente por el gobierno de Estados Unidos de volver a la UNESCO y al Comité de Patrimonio Mundial, esperamos que pueda retomar su camino histórico y natural para complementar el expediente”, afirma.
DESIERTO, PAISAJES Y FORTALEZAS
El tramo patrimonial situado en Estados Unidos cuenta, desde 1990, con una declaratoria local: Sendero Histórico Nacional El Camino Real de Tierra Adentro. Se extiende por más de 400 millas desde El Paso, Texas, hasta San Juan Pueblo, Nuevo México. Y es administrado por el Servicio de Parques Nacionales (NPS) y la Oficina de Gestión de Tierras (BLM).
¿Qué significaría para México esta añadidura al expediente?, se le pregunta Perea González
Una cooperación internacional para la consolidación de un proyecto binacional que reconoce la historia y la cultura de México y del sur de Estados Unidos a través de esta gran ruta que representa un pasado que sigue siendo parte de una identidad viva para ambos países.
En noviembre del año pasado, durante el Coloquio Internacional Camino de Tierra Adentro. “Itinerarios culturales-Unesco”, Romero Taylor comentó que cuando México presentó su inscripción, en Estados Unidos, el NPS y el BLM también prepararon, en 2009, el borrador de una declaratoria.
Sin embargo, “esta iniciativa se frenó en Washington porque existía un proyecto para construir un aeropuerto para naves de turismo espacial en un paraje de Nuevo México, conocido como la Jornada del Muerto o Dead Man's Journey".
La "Jornada del Muerto" es uno de los sitios más largos del Camino Real y que los españoles llamaban jornadas. De acuerdo con el NPS, recorrerlo tomaba dos días y es una parte del desierto más cruda por la escasez de agua.
“Fue Bernardo Gruber, quien falleció durante la jornada mientras huía del Santo Oficio de la Inquisición en 1670. Hoy en día, el sendero Point of Rocks lleva a un mirador con vista a la ruta histórica y el sendero Yost Escarpment conecta con una de las secciones más aisladas de la ruta original”.
Otros puntos que destaca el NPS, son las caravanas que establecían campamentos y que eran llamados parajes. “Estaban cada 20 millas aproximadamente en el viaje desde el norte de México hasta el norte de Nuevo México. Estos simples lugares de descanso sirvieron a los viajeros durante siglos. Algunos se convirtieron en las ciudades que perviven hoy, como Albuquerque y Socorro”.
En el Camino Real de Tierra Adentro, los españoles establecieron presidios o fortalezas. Los vestigios de esas construcciones se encuentran en El Paso del Norte y San Elizario donde se controlaban y protegían los asentamientos cerca de la actual Ciudad Juárez. Otro presidio estaba en Santa Fe y protegía la capital y el norte de Nuevo México. Después de 1846, los estadounidenses desarrollaron su propio sistema militar a lo largo del camino.
Con información de crónica.com.mx