El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, tras su toma de posesión al cargo dio este domingo su primer discurso en el que arremetió en contra del kirchnerismo y culpó a los gobiernos anteriores de la crisis económica que enfrenta el país.
“Hoy comienza una nueva era en Argentina, hoy y damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país”, declaró en inmediaciones del Congreso de la Nación, en Buenos Aires.
“Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno, no hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido, peleas que lo único que han logrado es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina”, agregó.
El presidente argentino señaló que durante más de 100 años en el país los políticos han defendido un modelo de gobierno “que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria”.
“Ese modelo ha fracasado, ha fracasado en todo el mundo, pero en especial ha fracasado en nuestro país, así como la caída del muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre nuestra historia”, expresó ante una multitud de personas que asistió al juramento de Milei como presidente.
Milei aseguró que la herencia que deja el kirchnerismo es la peor que haya recibido nunca un gobierno argentino, con déficit financiero y fiscal equivalente al 17% del PIB, inflación que crece a una tasa anual del 300%, actividad económica paralizada, una tasa de pobreza del 45% y un índice de indigencia cercano al 10%.
“En estos días en estos días mucho se ha hablado de la herencia que vamos a recibir, dejen que sea muy claro en esto ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.
Javier Milei detalló que de esos 17 puntos, cinco corresponden al Tesoro y diez al Banco Central, por lo que la solución implica un ajuste en el sector público de cinco puntos del PBI que caerán en el Estado y no en las empresas privadas.
También prometió que limpiará los pasivos del Banco Central y pondrá fin a la emisión monetaria, que a su juicio es la causa de la elevada inflación de Argentina.
“Dado que la política monetaria actúa con unos un rezago que oscila entre 18 a 24 meses, aun cuando hoy dejemos de emitir dinero, seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Haber emitido por 20 puntos del PBI como se hizo (…) no es gratis, lo vamos a pagar en inflación”, sentenció.
Con información de
Latinus.us