Es primordial que las y los bebés prematuros, es decir, que nacieron antes de las 37 semanas de gestación, reciban leche materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, ya que este alimento mejora el desarrollo de su cerebro, corazón, pulmones, riñones, intestino, ojos, oídos y otros órganos, y reduce el riesgo de enfermedades a lo largo de la vida, informó la subdirectora de Neonatología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) de la Secretaría de Salud, Irma Alejandra Coronado Zarco.
En entrevista, la especialista señaló que se debe promover la lactancia materna de forma exclusiva en los primeros seis meses, y complementaria por lo menos dos años. En México, 33 por ciento de infantes recibe sólo este alimento en el primer semestre de vida.
Irma Coronado resaltó la utilidad de los bancos de leche humana para alimentar a recién nacidos prematuros, con el propósito de avanzar en su estabilidad física, nutricional y peso, mientras la madre consigue una producción adecuada y lo puede alimentar con su seno.
Informó que, en 2022, el INPer atendió dos mil 200 nacimientos, de los cuales 40 por ciento fueron prematuros, a quienes la atención integral con especialistas médicos y de enfermería de diferentes áreas y en salud materno infantil, ha logrado salvarles la vida y que se desarrollen en las mejores condiciones posibles.
La subdirectora de Neonatología del INPer señaló que el personal de salud que atiende partos y personas recién nacidas debe estar capacitado en el adecuado cuidado del bebé prematuro en todos los aspectos, para mejorar su calidad de vida y evitar o reducir problemas como parálisis cerebral, retinopatía u otro tipo de discapacidad visual; alteraciones emocionales, de aprendizaje, estigma social, falta de inclusión y aceptación. Incluso, pueden desarrollar alguna enfermedad pulmonar que afecte su calidad de vida. Las afecciones respiratorias son las principales causas de muerte en este sector infantil.
Advirtió que la prematurez puede afectar todo el ciclo de vida, porque la persona tiene mayor propensión a desarrollar enfermedades cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, diabetes e hipertensión en la adultez.
Para que un embarazo llegue a buen término, la especialista en Neonatología aconsejó el autocuidado con buena alimentación y control prenatal desde el comienzo; revisión médica mensual en la clínica o centro de salud y medición frecuente de la presión arterial, azúcar en sangre y cualquier síntoma de alarma.
Si la mamá tiene una hija o hijo que fue prematuro o padece alguna enfermedad crónica, antes de planear el siguiente embarazo debe consultar con la o el médico.