Más de una década después, la Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo sentencia condenatoria en contra de Onésimo Gutiérrez Cruz, el Güerochino, quien se desempeñaba en actividades criminales para el cártel de la Familia Michoacana con quien después sería líder de los Caballeros Templarios.
De acuerdo con los reportes consultados por este medio, el Güerochino tenía funciones de halcón y sicario para Servando Gómez Martínez, la Tuta, además se le atribuye haber participado en el asesinato de 12 agentes federales en Michoacán en 2009.
Pasaron 13 años para que se supiera del castigo contra el delincuente, pues fue detenido el mismo año de sus crímenes en Tamaulipas. Gutiérrez Cruz quedó asegurado por elementos de la extinta Policía Federal cuando se trasladaba en un vehículo, donde llevaba armamento y drogas.
La FGR informó que el Güerochino fue encontrado penalmente responsable por los delitos de delincuencia organizada por cometer narcotráfico, portación de arma de fuego del uso exclusivo de militares; y contra la salud en la modalidad de posesión con fines de venta de marihuana y metanfetamina.
El caso fue procesado por la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada en coordinación con la Fiscalía Especializada de Control Regional en su delegación de Tamaulipas. Luego del extenso proceso judicial, por fin se determinó la pena en contra del colaborador de la Tuta, profesor rural que se independizó de la Familia Michoacana en 2010 para fundar los Caballeros Templarios.
Los elementos de prueba obtenidos de las diligencias efectuadas por el Ministerio Público de la Federación permitieron que el juez impusiera la pena de 24 años de prisión y tres mil 571 días multa. Por ahora, el Güerochino está encerrado en el Centro Federal de Readaptación Social número 14 CPS Durango, con sede en Gómez Palacio.
Con información de Infobae