La jornada violenta que se desató este jueves 11 de agosto en Ciudad Juárez se originó en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 3, donde unos 200 miembros de la pandilla Los Mexicles desataron un motín para atacar a sus rivales de los Chapos a pesar de que ambos grupos funcionan como brazo armado del Cártel de Sinaloa.
El conflicto se extendió por toda la ciudad, donde otras células de Los Mexicles ejecutaron bloqueos viales, incendios en comercios y ataques a la población civil, ocasionando la muerte de nueve personas, a las que se sumaron las dos personas ejecutadas dentro del penal.
De acuerdo con reportes de especialistas en seguridad, como Alejandro Hope, desde 2008 las jornadas de violencia extrema son parte del escenario en Ciudad Juárez, donde Los Mexicles han tenido una incidencia directa en las estadísticas de homicidios dolosos en la región fronteriza.
Los Mexicles son identificados como una pandilla compuesta principalmente por migrantes mexicanos deportados desde Estados Unidos por la comisión de delitos, y según algunos reportes, entre sus códigos se establece que la muerte es la única manera de abandonar al grupo.
Origen de los Mexicles
Esta célula tiene su origen desde los años ochenta en las cárceles de Texas, y según estudios psicológicos, sus integrantes -en su mayoría jóvenes- obedecen a la necesidad de un sentido de identidad y pertenencia.
Su estructura es paramilitar, pues obedecen al liderazgo de un presidente (usualmente el más viejo), seguido de vicepresidentes, generales, capitanes, sargentos y en el último eslabón están los soldados, encargados de ejecutar a miembros de grupos rivales.
De manera paradójica, El Paso, en el estado de Texas, fue considerada en 2020 como la quinta ciudad más segura de los Estados Unidos, donde la incidencia de delitos de alto impacto como homicidios es totalmente opuesta al de su vecina en la frontera mexicana.
De acuerdo con diversos estudios, los cárteles mayores se aprovechan de los problemas de adicción entre los jóvenes que componen a estas pandillas, volviendo usual que los pagos por actividades de sicariato se paguen con dosis de droga. Así, resulta sostenible a largo plazo una guerra por el control de territorio.
En el año 2008 esta ciudad al norte de Chihuahua se convirtió en una de las más violentas, pues la cifra de asesinatos relacionados con el crimen organizado se disparó a 1,623, con un promedio de 4.4 homicidios diarios. Un año antes solo habían registrado 320.
La irrupción armada del Cártel de Sinaloa en esta ciudad estratégica para el tráfico de drogas hacia El Paso, Texas, en Estados Unidos, desató una guerra abierta con el Cártel de Juárez, que para defender territorio reclutó a bandas locales para enfrentar a los enviados de Joaquín, El Chapo, Guzmán.
La guerra entre los cárteles de Juárez y Sinaloa cambió la estructura delictiva en esa ciudad fronteriza, pues distintas bandas locales como Los Mexicles, Los Artistas Asesinos, La Línea, Los Aztecas, fueron usadas como una especie de contratistas para asegurar a cada bando el control de porciones de territorio, transporte y seguridad para los cargamentos de drogas.
Delincuentes dedicados a asaltos, robo de vehículos, extorsión e incluso algunos migrantes deportados desde Estados Unidos, fueron reclutados gradualmente por estas bandas y en poco tiempo estaban al frente de la línea de batalla a nombre de los de Sinaloa o los de Juárez.
En 2009 el número de homicidios se elevó hasta 2,754, con una tasa de 7.5 ejecuciones diarias. Para entonces, la ciudad era presa de un sangriento enfrentamiento y cruce de venganzas entre integrantes de Mexicles, Aztecas, La Línea, Artistas Asesinos.
Ciudad Juárez era ya considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo cuando el escenario se recrudeció aún más en 2010, cuando la tasa de ejecuciones se disparó hasta 9.9 muertes violentas cada día, hasta acumular en doce meses 3,622 víctimas mortales.
En 2011 finalmente cambió la tendencia y fue a la baja al acumular 2,086 homicidios dolosos en total.
Con la complementación de un plan de pacificación que incluyó proyectos sociales, educativos y de certificación policial, en 2012 logró reducirse a menos de mil ejecuciones.
Durante tres años la cifra de ejecuciones estuvo por debajo de 500, lo que llevó al gobierno federal a presumir a Ciudad Juárez como un modelo de éxito, sin embargo los reacomodos en el mundo criminal desataron una nueva ola de violencia en 2016.
2016 y una nueva ola de violencia
Con el debilitamiento de la familia Carrillo, líderes históricos del Cártel de Juárez empezó a cobrar relevancia el grupo de la Línea, que se empezó a manejar como una estructura independiente.
Entre las bandas criminales también hubo rupturas de alianzas y reacomodos en los territorios de Ciudad Juárez, llevando a la confrontación a pandillas como los Mexicles contra sus antiguos socios de los Aztecas.
Para 2018, los ajustes de cuentas entre distintas facciones llevaron a Juárez a acumular 1,426 homicidios dolosos, situándola como la segunda ciudad más violenta del país, solo por detrás de Tijuana, que ese año sumó 2,229.
En 2019, la tendencia fue al alza en esa ciudad de Chihuahua y se contabilizaron 1,522 asesinatos. En 2020 llegó a 1,567 y el año pasado presentó una ligera disminución, al registrar 1,455.
Culpan a los Mexicles de violencia extrema
De acuerdo con información de entrevistas, revisión y análisis documental, se tienen registros que los miembros de los Mexicles apoyan al grupo de Sinaloa, del Chapo Guzmán, en conjunto con las pandillas de Artistas Asesinos y el grupo Gente Nueva.
Sin embargo, análisis psicológicos realizados a los Méxicles en centros penitenciarios arroja que estos poseen un nivel de peligrosidad muy alto y son proclives al uso de drogas duras, como la heroína.
El 6 de noviembre de 2019, integrantes de los Mexicles desataron una ola de violencia en las calles de Ciudad Juárez, donde incendiaron al menos 15 vehículos, como una forma de represalia contra autoridades por un operativo dentro del Cefereso número 3.
También agosto de 2019, esa misma pandilla asesinó a balazos a tres menores de 14, 13 y 4 años de edad y a un adulto que los acompañaba cuando viajaban en una camioneta.
Este viernes 12 de agosto de 2022, el subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía, señaló a esta pandilla como la principal responsable de los actos de violencia en Ciudad Juárez, donde murieron dos presos y otros nueve civiles durante una serie de ataques en la urbe.
Desde la década de los 80 del siglo pasado Ciudad Juárez es un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, y desde entonces distintos cárteles intentan establecer su dominio.
En el caso del Cártel de Sinaloa, mantiene como brazos armados a Los Mexicles, Artistas Asesinos, Los Salazar y Gente Nueva, aunque entre estas facciones existen rivalidades propias, lo que vuelve aún más complejo el escenario de seguridad en Ciudad Juárez, que durante más de una década ha ocupado los primeros sitios en el listado de ciudades más peligrosas.
Con información de Infobae