El mercado tiene diversas reacciones por la indecisión de Elon Musk en compra de Twitter. Ya que el CEO de Tesla demostró una vez más el peso manipulador de sus actividades en redes sociales, como lo que sucedió con la criptomoneda Dogecoin.
Por lo que su presencia en Twitter ha afectado directamente a la plataforma en la que enfoca su producción.
Ya que desde que anunció su intención de comprar Twitter por 44 mil millones de dólares el pasado 14 de abril, el precio de las acciones de ambas empresas cambió.
Por ejemplo, Twitter logró que sus títulos llegara a 50 dólares por unidad a finales de abril.
Así mismo, las acciones de Twitter han caído más de 34%, tras que Musk declarará que ya no está interesado en la compra.
Si bien las acciones tecnológicas, en general, son más volátiles y propensas a fluctuaciones de valor más significativas, algunos de los desarrollos recientes de los precios de las acciones de Twitter y Tesla pueden atribuirse a momentos específicos en el proceso de adquisición en curso, que ahora es probable que termine en un dilatado proceso judicial.
Cuando Musk anunció que suspendió el trato debido a preocupaciones sobre cuentas falsas en la plataforma de redes sociales, sus acciones cayeron de 45 a 37 dólares entre el 12 y el 18 de mayo. En el mismo período, las de Tesla pasaron de 728 a 709 dólares.
Tan pronto como Musk anunció su intención de cancelar el trato el 8 de julio, las acciones de su compañía cayeron de 752 a 699 dólares en el transcurso de tres días, mientras que las de Twitter se movieron de 37 a 34 dólares.
“A pesar de que el fabricante de automóviles eléctricos (BEV) logró su primer año rentable excluyendo los créditos de carbono en 2021, el escrutinio de sus prácticas comerciales y su posición en el mercado se ha intensificado en los últimos meses. Por ejemplo, mientras Tesla aún tenía una participación de mercado de 13.6% en el mercado BEV en la primera mitad de 2022, sus competidores SAIC, BYD y Volkswagen están cerrando la brecha a un ritmo acelerado”, indicó Florian Zandt, analista de Statista.
Musk también apareció recientemente en los titulares por despedir a 10% de los empleados de Tesla en medio de la recesión económica que obligó a muchas empresas tecnológicas a reducir su fuerza laboral.
Además se informó que el CEO de Tesla supuestamente pagó de menos a los trabajadores en su megafábrica en Grünheide, Brandeburgo y, a su vez, no pudo cubrir los puestos vacantes necesarios para aumentar las cuotas de producción en la fábrica más nueva de la compañía automotriz.
Con información de Vanguardia