Luego de tres días de trayecto, la caravana migrante denominada ‘Viacrucis migrante’, que partió desde Tapachula, Chiapas, rumbo a la frontera norte con Estados Unidos, fue disuelta el domingo por la noche.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que 701 personas fueron rescatadas por los agentes de migración, de las cuales 500 son hombres, 126 mujeres y 75 menores de edad.
Luego de su disolución, los integrantes de la caravana fueron conducidos a Chiapas, Oaxaca y Tabasco “para brindarles atención y resolver su situación migratoria”. Quienes viajaban en núcleo familiar quedaron bajo tutela y protección de sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en las tres entidades, destacó el instituto.
A través de un comunicado, la dependencia señaló que el día de la salida de la caravana – el pasado viernes 1 de abril – luego de caminar 20 kilómetros, un grupo llegó al ejido Álvaro Obregón y 95 de los integrantes se entregaron voluntariamente a la autoridad migratoria.
El resto replicó esta misma estrategia este domingo, bajo el argumento de que deseaban hacerlo desde un inicio, pero no les fue permitido por otros integrantes de la caravana.
Esta estaba integrada por personas originarias de Haití, Venezuela, Cuba, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Brasil, Chile, República Dominicana, Senegal, Colombia, Ecuador, Guyana, Argentina, Uruguay, Bangladés, Perú y Mauritania.
Luego de su salida y rumbo a la Ciudad de México, los migrantes tuvieron un enfrentamiento con elementos de la Guardia Nacional (GN), e integrantes del INM.
Al avanzar alrededor de 12 kilómetros hacia la comunidad conocida como Viva México, los migrantes se encontraron un primer cerco de contención y aunque la GN trató de contenerlos con los escudos antimotines, se registraron golpes, empujones y jaloneos para atravesar la seguridad.
Tras ese enfrentamiento, varios migrantes se cosieron los labios para exigir que las autoridades les otorgaran documentos que les permitieran transitar por territorio mexicano.
El INM pidió en un comunicado a los migrantes no autolesionarse “ni convertirse en rehenes de los intereses de terceros, quienes dicen defender sus derechos humanos, pero los motivan a cometer acciones que dañan su integridad física y psicológica”.
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Mencionó que las leyes y normas nacionales en la materia establecen rutas e instancias de atención “para mantener una migración segura, ordenada y regular”; además, llamó a los integrantes de la caravana a seguir acudiendo a sus oficinas para regularizar su situación.
Desde hace años, justo antes de Semana Santa, los indocumentados acompañados por activistas mexicanos realizan un recorrido por el país, a veces hasta la frontera norte, que denominan “Viacrucis migrante” y que en 2018 dio surgimiento a las caravanas, recordó AFP.
La estrategia del gobierno de México ha sido montar retenes en el camino de los migrantes, sobre todo en Chiapas, fronterizo con Guatemala, para detener su avance.
Con información de AFP - Tomado de Animal Político