El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció a través de un comunicado que Chiapas se encontraba al borde de una guerra civil. Por otro lado, el periodista Raymundo Riva Palacio escribe que en México existen ya una “multiplicidad de pequeñas guerras civiles” provocadas por los enfrentamientos entre grupos de narcotraficantes.
Mientras que el EZLN habla de posibles enfrentamientos contra la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) -a quienes identifica como un grupo de corte paramilitar-, el periodista Raymundo Riva Palacio pone la mira sobre las disputas por plazas entre cárteles a lo largo del territorio.
El periodista recuerda un informe del general Glen Van Herk, jefe del Comando Norte de los Estados Unidos, donde habla de que entre un 30% y un 35% del territorio nacional está controlado por los cárteles. Para Riva Palacio, en México los grupos de narcotraficantes se han podido expandir gracias a la política de seguridad que lleva el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El ejército nacional, la marina y la Guardia Nacional ya no se dedican a mitigar o repeler la violencia provocada por los narcotraficantes en su disputa por las plazas, escribe Riva Palacio. Según él, AMLO esperaba que al detener los enfrentamientos entre cárteles y las fuerzas de seguridad nacional mexicanas, se pondría un alto también a la violencia. Sin embargo, las cifras en torno a seguridad no han registrado una disminución significativa en los indicadores que miden la violencia en el país.
Riva Palacio, por ejemplo, recupera el número de homicidios de la última semana del verano registrada por el Grupo Interinstitucional: “lunes 13 de septiembre, 100 asesinatos; martes, 79; miércoles, 88; jueves, 104; viernes, 78; sábado, 76; domingo, 65”. Estas cifras representan para el columnista el preámbulo de un otoño “violento y salvaje”.
Entre los personajes que encabezan los enfrentamientos en disputa por territorio, destacan para Riva Palacio el Cártel del Pacífico y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) -junto a sus grupos satélites-. “Estas dos grandes organizaciones han creado en el país múltiples teatros de operaciones bélicas”, escribe el periodista.
Y no solamente le preocupa a Riva Palacio que los cárteles amplíen sus operaciones de aquí al invierno, sino que están haciendo demostraciones de violencia cada vez más espectaculares. Cita, por ejemplo, la emboscada de un grupo armado a policías estatales de Coahuila en Hidalgo, o una bomba que explotó en un restaurante de Salamanca, donde fallecieron dos personas.
En su columna, el periodista escribe que la situación que se vive en el estado de Michoacán le parece un ejemplo perfecto de cómo es que las fuerzas de seguridad mexicanas han dejado a los cárteles operar a sus anchas. En dicha entidad, el municipio de Aguililla ha llamado la atención por haberse convertido en uno de los principales puntos de disputa entre cárteles.
De los enfrentamientos en Aguililla, no importando qué cártel resulte ganador, serán los pobladores quienes pierdan más. En julio de este año, las y los pobladores se manifestaron en las calles para exigir seguridad a las autoridades mexicanas.
“No queremos irnos” se leía en una de las mantas colgadas sobre un tractor de trabajo agrícola atravesado a mitad de una calle en la localidad de Aguililla, Michoacán. Detrás de la máquina se resguardan personas, algunas encapuchadas, otras no, que se enfrentaban a pedradas contra elementos de las fuerzas armadas.
Con información de Infobae