Tormenta geomagnética. En las últimas horas, esas dos palabras desataron la alarma en redes sociales y medios de comunicación. El nerviosismo estalló después de que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por sus siglas en inglés) activara una alerta por la posibilidad de que llegara el fenómeno a la Tierra.
“Se emitieron alertas de tormenta geomagnética G1 (Menor) y G2 (Moderado) para el 1 y 2 de septiembre de 2021. Dos eyecciones de masa solar ocurrieron el 28 de agosto; la primera se asoció con un destello de rayos X M4. [...] La segunda, con una erupción de filamentos”, escribió en el aviso la agencia climática estadounidense.
Desde el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA indicaron que estos eventos solares podrían golpear a nuestro planeta entre el miércoles 1 y el jueves 2 de septiembre. Pero, ¿qué es una tormenta geomagnética y cuáles son los efectos que puede provocar en nuestro mundo?
Una Eyección de Masa Solar
A través de un comunicado, la NOAA explicó que las tormentas geomagnéticas que llegarán a la Tierra entre el 1 y 2 de septiembre se produjeron por dos “eyecciones de masa solar” o CME (sigla en inglés), que ocurrieron en la estrella el pasado 28 de agosto.
Estas CME son eventos explosivos que ocurren en la Corona Solar, es decir, la parte más externa de su atmósfera. Se producen por cambios en la configuración magnética de esta área de la estrella, y según los expertos, afecta de forma significativa al medio interplanetario. Al frente de estas eyecciones se observan ondas de choque.
“Es una perturbación que se produce en la corona solar que involucra erupciones desde la parte más baja de la corona y eyecciones de gran cantidad de materia hacia el viento solar. Estas eyecciones tienen intensidades del campo magnético, densidad y velocidad más alta que las típicas del viento solar”.
Posibles efectos
Aunque parecen eventos catastróficos, no constituyen un riesgo para la vida humana, ni siquiera cuando impactan en la Tierra. Sin embargo, sí pueden afectar a las comunicaciones y a los sistemas de la red eléctrica. Esto implica que los teléfonos podrían dejar de funcionar en algunos puntos del planeta; además, podrían fallar las señales de radio, TV y cable, o presentarse cortes en el suministro eléctrico. También hay posibilidad de que afecte a las comunicaciones satelitales.
En esta ocasión, los expertos de la NOAA no pudieron concretar el momento exacto o la intensidad con la que estas ondas de choque llegarán a nuestro mundo. Sin embargo, sí coincidieron en que hay una alta probabilidad de que se dirijan hacia el planeta terrestre.
“Ambas CME fueron modeladas y si bien los resultados no fueron del todo concluyentes, el consenso es que estas CME posiblemente podrían llegar a la Tierra entre el 1 y el 2 de septiembre”, indicó la agencia en un comunicado.
“Será un puñetazo de dos golpes. La Tierra está en la línea de fuego, con no menos de dos, posiblemente tres, tormentas solares consecutivas. Los modelos difieren ligeramente en la intensidad y el tiempo de impacto, por lo que podríamos ver efectos desde el 30 de agosto hasta el 2 de septiembre”, escribió en Twitter la física experta en clima espacial, Tamitha Skov, quien también contó que estos fenómenos podrán provocar auroras boreales en latitudes medias -y no solo en el norte-.
Por el impacto previsto, la NOAA emitió dos alertas. La primera la activó el miércoles 1 de septiembre, pero se trató del nivel más bajo de la clasificación, G1. La segunda estará vigente este jueves 2 de septiembre y en esta ocasión se trata de un aviso G2, o riesgo moderado.
Con información de Infobae