El papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Afganistán, donde los talibanes han conquistado gran parte del país, y pidió que cesen las armas y se pueda abrir un diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz.
”Me uno a la unánime preocupación por la situación en Afganistán. Les pido que recen al Dios de la paz para que cese el ruido de las armas y las soluciones puedan encontrarse en una mesa de diálogo y así la martirizada población pueda volver a sus casa y a vivir en paz y en seguridad en el pleno respeto recíproco”, dijo el papa Francisco al concluir del rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.
Los talibanes han llegado a las afueras de Kabul, donde el Gobierno afgano reconoció que se produjeron “disparos”, aunque los insurgentes aseguran que no entrarán en la capital por la fuerza y están negociando una transición de poder.
Los talibanes elevaron este domingo a 26 las capitales regionales capturadas en poco más de una semana con la anexión de la suroriental Gardiz, la central Nilli, y la oriental Jalalabad, la quinta ciudad más grande de Afganistán.
El pontífice también ha mostrado su “cercanía” y su “profundo dolor” a la población de Haití tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió Haití este sábado, 14 de agosto, y que ha provocado centenares de fallecidos, miles heridos y cientos de desaparecidos. Asimismo ha pedido que “hacia ellos se mueva la solidaridad de la comunidad internacional”.
HUMAN RIGHTS WORLD
Los civiles afganos que corren un mayor riesgo de ser perseguidos por los talibanes, necesitan urgentemente “evacuación y protección internacional”, advirtió este sábado la organización Human Rights Watch (HRW).
La organización considera que los gobiernos extranjeros presentes en Afganistán “deben priorizar la entrega de visados y ayudar a garantizar un paso seguro para los civiles (afganos) a quienes los talibanes pueden atacar debido a su trabajo o estatus anterior, junto con sus familiares inmediatos”, según un comunicado.
Entre estos civiles, se encuentran los que han trabajado en el país “para promover los derechos humanos, la democracia y la educación; académicos, escritores, periodistas y otros trabajadores de los medios; y personas que han trabajado para países extranjeros”, entre otros, señalaron en el escrito.
Asimismo, remarcaron que “los miembros de minorías étnicas y los musulmanes chiítas, en particular los hazaras, también corren un mayor riesgo”.
”Los talibanes tienen un largo historial de abusos o asesinatos a civiles que consideran ‘enemigos’”, apuntó la directora para Asia de HRW, Patricia Gossman, y agregó que, tanto los gobiernos como las oficinas de la ONU, “deben brindar protección y asistencia a los afganos en riesgo y hacer que el procesamiento de los documentos de viaje y el transporte sea una prioridad”.
La organización también pidió a los gobiernos que suspendan “de inmediato” todas las deportaciones y retornos forzosos a Afganistán, ya que “los afganos que huyen de Afganistán deben tener oportunidades significativas para solicitar asilo”.
También solicitaron a Naciones Unidas y la ONU que aumenten “la asistencia humanitaria a los países vecinos a los que huyen los afganos y apoyar a los países que los admitan” y refuercen “el apoyo a las operaciones de evacuación, reubicación y reasentamiento de emergencia para los afganos” en terceros países.
HRW pidió que los gobiernos garanticen el apoyo a los grupos no gubernamentales que se encuentran tanto dentro como fuera de Afganistán y promuevan “los derechos humanos, los derechos de la mujer, los derechos del niño, la educación, la atención médica y otras necesidades vitales”.
Además, “el Consejo de Seguridad de la ONU debería adoptar de inmediato una resolución exigiendo que todas las partes en el conflicto afgano respeten las normas internacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario, en particular el trato humano de los civiles y combatientes bajo custodia”, subraya el comunicado.
En particular, exigen que este organismo reitere que “la Corte Penal Internacional, de la que Afganistán es parte, pueda enjuiciar crímenes de guerra y otras atrocidades” y además “que todos los civiles, incluidos los desplazados internos, tengan acceso pleno y gratuito a la asistencia humanitaria”.
”Las partes beligerantes de Afganistán deben reconocer que el mundo está observando y está recopilando pruebas de abusos”, por ello, “quienes cometen atrocidades pueden esperar algún día enfrentarse a la justicia por sus crímenes ante la Corte Penal Internacional u otro tribunal”, concluyó Gossman.
Tomado de Infobae
con información de EFE